SEGÚN EL MINISTRO DE MIGRACIÓN
Ante la escasa perspectiva de que las fronteras de la denominada ruta balcánica se abran próximamente, Grecia se prepara para dejar de ser un país de mero tránsito para convertirse en uno de acogida permanente para los refugiados.
La presión migratoria sobre Grecia no ha dejado de incrementarse en los últimos días
Este análisis, que se aleja de la postura mantenida hasta ahora, lo hizo, según filtraciones de los medios locales, el ministro de Migración, Yannis Muzalas, en una reunión con los presidentes de las regiones de Grecia. En esta reunión Muzalas subrayó que no cabe esperar que la frontera con Macedonia vaya a abrirse pronto y calculó en unos 100.000 a los refugiados y migrantes que pueden quedar atrapados en territorio griego.
"No estamos en la mejor situación. Dentro de poco, los refugiados y migrantes se darán cuenta de que no pueden ir a los países que quieren", dijo Muzalas tras la reunión a los medios. El ministro recalcó que Grecia, en cumplimiento de las convenciones internacionales, deberá acoger a un gran número de refugiados. La presión migratoria sobre Grecia no ha dejado de incrementarse en los últimos días, y mientras en la frontera con Macedonia más de 10.000 personas esperan en el campo de Idomeni poder seguir su camino hacia el norte de Europa, un millar de migrantes y refugiados llegaban hoy a la isla de Lesbos desde las costas de Turquía.
Ante el bloqueo de la frontera cercana a Idomeni, la desesperanza se apodera de algunos de los refugiados. Es el caso de una mujer siria que intentó suicidarse ayer por la tarde, según cuenta Médicos sin Fronteras. Sus hijos han conseguido pasar a Macedonia, pero ella está atrapada en el lado griego. Anoche y esta mañana las autoridades macedonias abrieron el paso fronterizo, pero según la Policía griega hasta el mediodía habían permitido la entrada de tan solo 170 personas.
"La gente parece estar en calma, pero están desesperados. No hay alojamiento apropiado para todos, la situación se está tornando en una crisis humanitaria", declaró a Efe el portavoz de ACNUR en Idomeni, Babar Baloch. La representante de Médicos sin Fronteras en Idomeni, Viky Markolefa, expresó su viva preocupación porque "no hay suficientes baños y duchas, y mucha gente se ve obligada a hacer sus necesidades en el campo. Cuando llueve los desechos se escapan por todas partes, lo que pone en riesgo precisamente a los niños". "Tenemos miedo", precisó Markolefa, "de que se declare una epidemia por contaminación del agua".
Éxplicó que, aunque cada día traen nuevas tiendas de campaña, estas "no son suficientes, y anoche mil personas durmieron al aire libre". La escasez de medios preocupa sobre todo por su efecto en los más desprotegidos: "Más de 50% de la gente a Idomeni son mujeres solas con sus niños", subrayó Markolefa. Más de 30.000 refugiados están atrapados en Grecia desde que se decretara el cierre de las fronteras por parte de Austria y los países del denominado grupo de Visegrado.
Todos los centros de acogida en territorio griego, tanto en las islas del mar Egeo como los que prepararon las autoridades griegas en las cercanías de Idomeni, Salónica y Atenas, están llenos. Solo en el puerto de Pireo hay alrededor 2.000 personas que esperan ser trasladadas a centros de acogida. "El problema más serio es la distribución de comida aquí", dijo Cristina Papayeoryiu, coordinadora de Médicos sin Fronteras en Atenas. Para controlar las llegadas de refugiados al Pireo el Gobierno pidió a las compañías de transbordadores poner límite al número de billetes que venden por persona a los migrantes.
Al mismo tiempo, el Ejecutivo multiplica los contactos con las administraciones locales para crear, con el mínimo posible de oposición, nuevos centros de acogida para los refugiados. La portavoz del Gobierno, Olga Yerovasili, ha insistido en que es necesario un reparto proporcional del peso entre los Estados comunitarios, así como acelerar la reubicación de refugiados. Al tiempo, remarcó que es urgente crear un mecanismo de devoluciones a Turquía y que los socios europeos abandonen las acciones unilaterales y aporten ayuda humanitaria inmediata para Grecia.
En la misma línea se expresó este martes el primer ministro, Alexis Tsipras, en una entrevista con la televisión pública alemana ARD, en la que recalcó que la crisis migratoria solo se puede solucionar "con solidaridad". Por ese motivo, añadió, pedirá en el Consejo Europeo extraordinario del próximo lunes que se acuerde un reparto "no voluntario, sino obligatorio" de refugiados entre los Estados miembros de la UE en función de su capacidad económica y del número de población.