SCHWARZENEGGER ABANDONA LA POLÍTICA
Regreso al pasado. Es el año 2003 y "Míster músculo", de origen austriaco, se presenta a un casting nutrido y heteróclito... y gana. La superstrella despierta el fervor de los votantes de California y se convierte en el gobernador del territorio más rico de Estados Unidos. Se hace cargo de un Estado con las arcas vacías y víctima de una crisis energética sin precedentes.
Hace muchas promesas, entre ellas, la de no aumentar los impuestos y, además, las cumple. Un comienzo prometedor ante un electorado que anhela mejores condiciones de vida. Apodado "Gobernator", Schwarzenegger sale reeligido cuatro años después.
Sin embargo, al cabo de sus dos mandatos, ha aprendido una lección: incluso si uno es novato, no se puede reinventar la política. Incluso sus títulos de Mister Universo y su nombre, que figura en la lista de los héroes del cine americano, no le han servido para dirigir la soleada California.
Este año ha tenido apariciones esporádicas en la pantalla grande. Hoy, último día como gobernador, la película termina mal y su héroe es impopular. La economía californiana está en peligro; ha caído más profundamente durante sus siete años de mandato. El déficit estatal es abisal y la tasa de desempleo supera el 12%. No es el causante de la recesión, pero lo peor ha ocurrido bajo su vigilancia.
Como político, será recordado favorablemente por al menos una cosa: su apoyo a las políticas medioambientales. Gracias a él se han aprobado algunas de las leyes más duras contra el calentamiento global. Precisamente, los rumores apuntan a que se va a apuntar a la lucha contra el cambio climático. Además, dicen que va a escribir un libro de su vida.