Italia
Giorgia Meloni quiere lanzar el mensaje de que Italia "ya ni es un país donde delinquir" pero esta propuesta contra las fiestas rave ha sido criticada por su dureza.
Salir de fiesta será cada vez más difícil en Italia. Giorgia Meloni se estrena en el cargo con una polémica medida: castigar las fiestas que se consideren peligrosas con penas de cárcel. Hasta 6 años de prisión si la reunión es de más de 50 personas y carece de permiso de las autoridades. Meloni quiere así acabar con las 'raves', fiestas que considera un peligro para la seguridad pública
"La señal que quiero dar”, ha explicado Meloni, “es que Italia ya no es un país donde delinquir, no es un país al que venir cuando se quiere delinquir porque aquí estamos menos atentos que en otros países. El Estado no va a quedarse paralizado ante la violación de la legalidad. Queremos responder inmediatamente”.
Si más de 50 personas están reunidas en una quedada no autorizada, las autoridades podrán desalojarlas y confiscar equipos de música y camiones. También podrán ser multados con entre 1.000 y 10.000 euros y procesar a los organizadores por un delito castigado con penas de entre 3 y 6 años de cárcel.
La medida ha generado mucha polémica al considerarse excesiva por la dureza de la condena. Llega después del desalojo de 3.000 jóvenes que participaban en una rave en Módena y después de una concentración fascista de unas 2.000 personas ante la tumba de Mussolini con motivo de la celebración de los 100 años de la Marcha sobre Roma, que no fue dispersada.
El nuevo delito anunciado por Giorgia Meloni ha sido bautizado como “invasión de lugares para reuniones peligrosas para el orden o la salud pública” también incluiría escuchas telefónicas a los jóvenes. Algo que hasta ahora se reservaba a los investigados por delitos de mafia, crimen organizado o fraude fiscal.
Esta polémica se suma a su anterior medida, en la que proponía aumentar de 2.000 a 10.000 euros ellímite para pagar en efectivo.