Italia
La presidenta de Italia, Giorgia Meloni, ha hecho público el incidente llevado a cabo por unos ciudadanos italianos en un restaurante de Albania, quien ha expresado sentir vergüenza por lo ocurrido.
La presidenta de Italia, Giorgia Meloni, ha expresado desde su cuenta de Twitter una situación que ha vivido en su viaje a Albania. En su visita, se reunió con el primer ministro albano, Edi Rama, donde mantuvieron una conversación sobre el incidente ocurrido con unos ciudadanos italianos. "Me contó la historia de cuatro italianos que se habían escapado sin pagar la cuenta en un restaurante local.", explica desde su cuenta oficial.
En el tuit, continúa explicando que el camarero del local, después de que las fotos de los clientes se hicieran viral, no le dio importancia al hecho, pues a pesar del 'simpa' "estaba contento porque nuestros compatriotas habían comido bien y estaban satisfechos".
Sin embargo, tras recibir esta información, Meloni afirma haber sentido vergüenza por lo ocurrido, justificando que la Italia que ella quiere "representar no es una nación que hace hablar de sí misma en el extranjero por estas cosas, que no respeta el trabajo de los demás, que se cree divertida engañando a los demás". Por este motivo, la presidenta italiana decidió pagar la cuenta de su propio bolsillo y así saldar la deuda que los ciudadanos italianos dejaron en el restaurante.
Asimismo, Meloni ha criticado que desde Italia se haya creado una polémica "por parte de una oposición que evidentemente prefiere otra imagen de Italia". La presidenta ha terminado su mensaje lamentando que ni siquiera en esta ocasión han podido "estar todos de acuerdo".
El pasado fin de semana, llegaban a las costas italianas más de 3.000 inmigrantes. Esta situación hace que el país se encuentre desbordado haciendo que, en algunos puertos, el servicio de atención a migrantes se encuentren altamente saturados.
Tal es así que la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, la cual había decidido limitar los trabajos de las ONG en altamar, ha tenido que recular y pedir que se realicen más rescates.
Este cambio de tono por parte de la presidenta italiana ha pillado por sorpresa a muchos, ya que una de las principales pesquisas bajo la que llegó al poder fue la de luchar firmemente contra la inmigración. Sin embargo, conforme más se afianza en el cargo, su discurso, respecto a la cuestión migratoria, parece suavizarse.