UN MES DESPUÉS
Los habitantes de la ciudad de Génova han guardado un minuto de silencio en recuerdo de las víctimas de la tragedia ocurrida hace justo un mes. El derrumbe del puente Morandi causó la muerte a 43 personas y dejó a unas 400 sin hogar. "Génova no está esperando buenas intenciones y garantías, sino decisiones y actuaciones concretas", afirmó el jefe del Estado Sergio Mattarella, en una entrevista que publican hoy los diarios La Stampa e Il Sicolo XIX. La ciudad "fue golpeada por una tragedia inaceptable. La reconstrucción es un deber. Hay que hacer que vuelva la normalidad y la esperanza", agregó.
El primer ministro, Giuseppe Conte, tiene previsto visitar la ciudad para explicarles las medidas que se plantean. Un decreto "urgente" para ayudar a los más de 400 desalojados y afrontar los daños causados por el derrumbe. El decreto prevé, entre otras medidas, la constitución de una agencia para la seguridad de calles, carreteras y vías férreas, que contará con 250 ingenieros que recorrerán toda Italia para comprobar el estado de las infraestructuras, "como un verdadero órgano de inspección y supervisión", detalló el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli. También será obligatorio que las infraestructuras tengan unos sensores que permitirán controlar en cada momento su estado.