Bebés robados
Un hombre adoptado en Estados Unidos descubre su origen chileno y viaja a su ciudad natal para abrazar a la mujer que lo dio a luz en 1981.
Jimmy Lippert Thyden tenía solo unas horas de vida cuando fue separado de su madre biológica, María Angélica González, en un hospital de Santiago de Chile. Le dijeron que su hijo había muerto, pero en realidad fue entregado a una pareja estadounidense que lo adoptó y lo crió en Minnesota.
Durante más de cuatro décadas, Jimmy ignoró su verdadera historia y su identidad, hasta que un día oyó hablar de 'Nos Buscamos', una fundación chilena que se dedica a ayudar a las víctimas de los robos de bebés durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), y decidió hacerse una prueba de ADN.
Así fue como Jimmy descubrió que era uno de los miles de niños y niñas que fueron arrebatados a sus familias por motivos políticos, económicos o sociales, y que su madre biológica seguía viva y lo buscaba desde hace años. Con la ayuda de 'Nos Buscamos', Jimmy pudo localizar a María Angélica y comunicarse con ella por primera vez. Después de varios meses de espera, pudo viajar a Chile y encontrarse cara a cara con su madre en su casa de Valdivia, una ciudad ubicada al sur del país.
"¿Cómo abrazas a alguien de una manera que compense 42 años de abrazos?"
El emotivo reencuentro fue grabado por las cámaras de 'Nos Buscamos' y difundido por los medios locales. En las imágenes se ve cómo Jimmy y María Angélica se abrazan entre sollozos y se dicen palabras de amor. "Te amo mucho", le dice Jimmy a su madre. "Me dejó sin aliento... Me sentí asfixiado por la enormidad de este momento", relata Jimmy a la agencia AP. "¿Cómo abrazas a alguien de una manera que compense 42 años de abrazos?".
Thyden nació antes de tiempo en un hospital de la capital chilena, Santiago, y lo pusieron en una incubadora. Su madre tuvo que salir del hospital y cuando volvió a buscar a su hijo, le informaron que había fallecido y que se habían ocupado de su cuerpo, según el archivo del caso, que Thyden resumió a la AP.
Jimmy dice que no guarda rencor ni resentimiento hacia sus padres adoptivos, que le dieron una buena vida y le quisieron como a un hijo. Sin embargo, reconoce que siempre sintió un vacío y una curiosidad por saber quién era y de dónde venía. Ahora, dice sentirse feliz y completo por haber encontrado a su madre biológica y a su familia chilena. "Es un milagro", afirma.
"En los documentos de mi adopción dice que no tengo parientes vivos"
"En los documentos de mi adopción dice que no tengo parientes vivos. Y hace unos meses descubrí que tengo una mamá y cuatro hermanos y una hermana", contó Thyden en la entrevista desde Ashburn, Virginia, donde ejerce como abogado penalista defendiendo a “gente como yo” que no puede pagar un abogado.
Jimmy también pudo conocer a sus hermanos biológicos, tíos y primos, y visitar los lugares donde vivió su madre antes y después del golpe militar que instauró la dictadura. Asimismo, pudo conocer más sobre el contexto histórico y social que propició los robos de bebés en Chile, una práctica que también se dio en otros países como España durante el franquismo.
Según 'Nos Buscamos', se estima que unos 40.000 niños y niñas fueron entregados en adopción ilegal entre 1973 y 1990, muchos de ellos a familias extranjeras. La mayoría desconoce su origen y sufre las consecuencias psicológicas y emocionales de esta violación de derechos humanos.