SEGÚN RECOGE EL DIARIO BRITÁNICO DAILY MAIL
Frankie Banyard desafió todas las probabilidades de sobrevivir cuando nació con gastrosquisis, un defecto congénito en el cual los intestinos del bebé están por fuera del cuerpo debido a un orificio en la pared abdominal. El menor fue envuelto en 'papel film' para preservar sus intestinos libres de infecciones y permaneció ingresado en el hospital.
Sus padres, Chloe Hedges y Jake Banyard, de Colchester, Reino Unido, temían perder al pequeño después de que los médicos les alertaran de que iba a tener que someterse a varias operaciones para cerrar la pared intestinal y reubicar gradualmente el intestino en su sitio.
Ahora, con seis meses, se recupera en casa y en un año será sometido a una nueva cirugía para retirarle la bolsa de ostomía.
Su madre recuerda en el diario Daily Mail que "durante sus primeras operaciones pensamos que íbamos a perderlo".
Frankie nació seis semanas antes del noveno mes de embarazo, después de que los médicos descubrieran a las 12 semanas que padecía gastrosquisis. Esta condición afecta a uno de cada 3.000 bebés, y se produce cuando el abdomen de un niño no se desarrolla completamente en el útero.
Al inicio del embarazo, el intestino se desarrolla dentro del cordón umbilical y posteriormente se mueve al abdomen. Sin embargo, con la gastrosquisis, la pared abdominal no se forma completamente, por lo que los intestinos se desarrollan fuera y quedan al aire cuando el niño nace.