Oriente Próximo
Israel se niega a detener la ofensiva militar lanzada contra el grupo islamista Hamás. Cinco días de conflicto dejan más de 120 muertos, la mayoría palestinos.
Los cinco días de ataques, bombardeos y lanzamiento de cohetes en la Franja de Gaza han provocado la peor escalada bélica entre Israel y Palestina en siete años. La pasada madrugada, el Ejército israelí lanzó 450 misiles contra la red de túneles que utiliza el movimiento islamista Hamás. Fueron 40 minutos de bombardeos, que ya dejan más de 120 muertos, la gran mayoría palestinos.
Pero a pesar de la llamada de la comunidad internacional al fin de la violencia, hoy el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha advertido que los bombardeos continuaránporque rechaza un alto el fuego si siguen los ataques de Hamás. Todo, mientras la mayoría de víctimas son civiles y más de una treintena de ellos, niños.
La angustia de los civiles
La operación del viernes es la mayor llevada a cabo sobre el territorio de la Franja de Gaza desde el inicio de la crisis. Con sus casas totalmente destruidas, las familias acuden ahora a los refugios. Y con las bombas no cesan los funerales, también de niños.
"¿Por qué hacen esto? ¿Acaso este bebé era enemigo de Netanyahu?", se pregunta un hombre en un funeral. En los alrededores, cientos de personas viven desde el lunes en un sinvivir por el temor a que les caiga una bomba encima. Algunos reciben el aviso telefónico de que van a bombardear su edificio con suficiente antelación. Pero la suerte de otros se desconoce.
Mientras, en Israel son las sirenas las que advierten de la inminente caída de proyectiles lanzados por Hamás.
Por el momento, el conflicto se salda con 7 muertos en las últimas horas en Cisjordania durante protestas contra Tel Aviv. Además, las autoridades han reforzado la vigilancia policial en las localidades con población árabe-israelí ante un nivel de violencia que no se veía desde hace décadas.