CONTRA LAS MEDIDAS DE SARKOZY
Miles de personas han salido a las calles en distintos países europeos para protestar contra ley de expulsión de gitanos aplicada desde hace meses en Francia.
Desde el mes de enero, unos 8.000 han sido repatriados a Rumanía y Bulgaria. La Comisión Europea ha anunciado que analizará cuidadosamente esta norma por si se está incurriendo en algún tipo de abuso.
En París han participado intelectuales y políticos.
Ambiente festivo, para un asunto que inquieta a muchos sectores. Unas 50.000 personas han desfilado por las calles de París con el lema "Libertad, Igualdad y Fraternidad, en Peligro".
La marcha ha estado encabezada por las familias gitanas que ocupaban uno de los asentamientos desmantelados el pasado 12 de agosto. También han estado presentes numerosos intelectuales y políticos de izquierda, que intentan aprovechar esta polémica para debilitar aún más al presidente Sarkozy, que vive sus peores momentos de popularidad. Philippe Cordery, Secretario General del Partido Socialista Europeo, explica que "hoy toda la derecha europea es cómplice de esta política xenófoba. Europa tiene que respetar los derechos fundamentales de todos los pueblos que viven juntos aquí".
Unos 8.000 gitanos han sido repatriados a Bulgaria y Rumanía desde enero. El Gobierno francés asegura que son traslados voluntarios, pero los afectados aseguran que se trata de expulsiones forzadas."¿Qué le espera a un gitano en Rumanía? Ni trabajo, ni nada. Morirá de hambre, por lo que volverá a Francia, a Bélgica o a donde sea....", dicen ellos.
Estas protestas se han repetido hasta en 130 ciudades francesas y en muchas otras de Europa. Una de las más numerosas ha sido la de Roma, donde Berlusconi ya intentó aplicar una ley similar hace 2 años. Aunque la presión social obligó a retirarla a los pocos meses.
Barcelona y Madrid también protestaron
También en nuestro país se han llevado a cabo manifestaciones en contra de las deportaciones de gitanos. En Madrid, representantes de la comunidad gitana se han concentrado frente a la sede española de las instituciones europeas.
Y en Barcelona lo han hecho ante el consulado francés. Piden que el gobierno salga en defensa de las minorías étnicas y condene la política de expulsiones llevada a cabo por el Gobierno de Sarkozy.