DESPUÉS DE LOS ATENTADOS DE PARÍS
"Actualmente no hay que excluir nada. Lo digo con todas las precauciones que se imponen, pero lo sabemos y lo tenemos en cuenta: puede haber riesgo de armas químicas y bacteriológicas", dijo el jefe del Gobierno francés ante la Asamblea Nacional.
Valls se dirigió a los diputados para que validen la prolongación del estado de emergencia en Francia durante tres meses, una proposición que después deberá ser refrendada por el Senado.
"Estamos en guerra. No en una guerra a la que la historia nos ha acostumbrado trágicamente. Una nueva guerra, exterior e interior, en la que el terror es el primer objetivo y el primer arma", agregó el primer ministro, que enumeró los atentados que ha sufrido Francia en el último año.
Desde el ataque a la revista "Charlie Hebdo" y un supermercado judío en enero, donde hubo 17 víctimas mortales, a los del pasado viernes en París, donde murieron 129 personas, y otras tentativas terroristas como la acción en agosto contra un tren Thalys que viajaba de Amsterdam a París.
"Es una guerra en la que el frente de combate se desplaza constantemente y está en el corazón de nuestra vida cotidiana", agregó Valls, que la describió como "una guerra planificada y llevada a cabo por un ejército de criminales".
El primer ministro francés agregó que la "novedad es la forma de operar -la de atacar, de matar- que evoluciona sin cesar", dijo.
"La macabra imaginación de los que dan las órdenes no tiene límites: fusil de asalto, decapitación, bombas humanas, armas blancas... o todo a la vez, perpetrados por individuos, comandos particularmente organizados", declaró Valls.