QUERÍA EVITAR LA ENTRADA DE INMIGRANTES
Francia reanudó hoy el servicio de trenes entre la localidad italiana de Ventimiglia y la francesa de Menton después de que hubiera sido suspendido hoy durante varias horas para evitar la entrada de inmigrantes tunecinos, confirmaron a Efe fuentes del Ministerio galo del Interior.
Las mismas fuentes indicaron que el servicio entre ambas localidades fronterizas había sido suspendido "a primera hora de la tarde" y reanudado "a última hora de la tarde".
Las autoridades decidieron retener un tren ante las sospechas de que en el mismo viajaban inmigrantes tunecinos, desplazados tras las revueltas en ese país, a los que Italia había concedido permisos temporales para viajar a los países del área Schengen de libre circulación.
La decisión provocó protestas en la zona de Menton, lo que obligó a las autoridades galas a suspender temporalmente el servicio de trenes para evitar incidentes, agregaron desde el Ministerio del Interior.
Los manifestantes eran unas 300 personas que provenían del norte de Italia y Venecia y que no contaban con permiso para la protesta. En total, se calcula que cerca de 30.000 personas que tras llegar, en su mayoría, a la isla italiana de Lampedusa, muy cerca de las costas de África, han sido redistribuidas por las diferentes regiones de Italia.
El Gobierno italiano decidió conceder permisos temporales de residencia a aquellos tunecinos, considerados inmigrantes económicos, que llegaron antes del 5 de abril, mientras que los que llegaron después de esa fecha podrán ser repatriados en base a un acuerdo firmado con las autoridades tunecinas.
La concesión de permisos de residencia temporales a los inmigrantes para que pudieran circular libremente por el área Schengen suscitó las protestas de algunos países europeos, especialmente de Francia y Alemania.
Desde París se aseguró que no era suficiente con tener el permiso expedido por las autoridades italianas para poder circular por el área Schengen, sino que los inmigrantes debían cumplir con otros requisitos como tener un pasaporte y contar con recursos económicos propios, entre otros.
Así, las autoridades francesas explicaron que iban a "devolver" a Italia a los inmigrantes tunecinos que no respetaran las reglas de la convención del espacio Schengen sin fronteras.