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Francia recupera el desfile militar por la Fiesta Nacional del 14 de julio entre restricciones por el coronavirus

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha presidido un desfile donde se han impuesto ciertas limitaciones en la tribuna de autoridades y para el público general ante el avance del coronavirus en el país galo.

Francia ha recuperado su clásico desfile militar por su Fiesta Nacional, el 14 de julio. Después de un 2020 donde adoptó un formato especial ante la situación epidemiológica por el coronavirus, este año el Ejército sí ha descendido por los Campos Elíseos, tal y como es tradición.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha presidido la procesión de 5.000 soldados, 221 vehículos, 200 caballos y 24 helicópteros que, en esta ocasión, también se ha adaptado a la realidad del coronavirus.

Y es que el país galo celebra este 14 de julio con la mirada puesta en la evolución de la Covid-19 y el inminente anuncio de restricciones ante su avance y amortiguar la nueva ola de coronavirus que el pasado martes sumó casi 7.000 nuevos contagios, la cifra más alta en 24 horas desde el 3 de junio.

La anomalía se ha dejado sentir en la tribuna de autoridades, donde la norma era portar mascarilla, aunque se estuviera al aire libre, y en la que no hubo ningún jefe de Estado extranjero invitado, tal y como es costumbre. Pero también con las limitaciones para el público general. Unas 10.000 personas con mascarillas han podido ver de cerca el desfile en las aceras de la avenida, frente a las 25.000 que asistían en condiciones normales. Los asistentes, además, han tenido que probar que tenían un certificado sanitario que demostrara que habían completado la pauta de vacunación contra el coronavirus, que habían superado la enfermedad hace menos de seis meses o que disponían de un test negativo.

La anécdota de la jornada la ha puesto un soldado que, en los instantes previos al desfile del día grande de Francia, le ha pedido matrimonio a su novia y todo el batallón ha celebrado el "sí quiero".

Pasaporte sanitario

El contexto que ha rodeado a esta celebración es la de un país que extrema sus precauciones para atajar la llegada de una nueva ola de coronavirus. Desde esta noche, el certificado sanitario vuelve a exigirse a los 15.000 espectadores que presencien desde el Campo de Marte, a los pies de la torre Eiffel, los fuegos artificiales que clausuran la festividad.

Fuera de la capital, estos fuegos se han anulado en gran parte de las ciudades y pueblos de todo el país, al igual que los tradicionales "bailes de los bomberos" que se organizan como celebración por el 14 de julio.

Más allá de esta fecha tan señalada en el calendario francés, la pandemia vuelve a cobrar importancia en todo el país. Por ese motivo, el Gobierno ya ha planteado medidas como la vacunación obligatoria para el personal sanitario y los profesionales que traten cotidianamente con personal vulnerables. De manera paralela, el Ejecutivo desarrollará de manera progresiva la obligatoriedad de poseer el pasaporte sanitario a partir del 1 de agosto.

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