El supuesto ataque químico del pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco, que ha desencadenado la urgencia de actuar, requiere en palabras de Hollande una respuesta "proporcionada y firme" contra el régimen, considerado por Francia como responsable de esa masacre. En una entrevista al vespertino 'Le Monde', Hollande ha insistido en que todas las opciones siguen sobre la mesa, en que y en que en todo caso esta no llegará antes de que la misión de la ONU abandone mañana el país árabe.

Francia, según su jefe de Estado, está "preparada", y el veto de los parlamentarios británicos a su primer ministro, David Cameron, no le ha hecho modificar su postura. "Cada país es soberano para participar o no en una operación. Eso vale tanto para Reino Unido como para Francia", añadió Hollande, sin entrar en juicios de valor sobre una decisión que ha llevado al presidente estadounidense, Barack Obama, a barajar una acción en solitario.

Hollande esperará a "tener todos los elementos" que justifiquen una decisión

Ambos dirigentes mantendrán "una amplia conversación" sobre la situación en Siria, donde según Hollande, Al Asad ha franqueado una línea más dentro del horror y "la respuesta, y no la inercia, es la que va a imponer una solución política". En su reunión este jueves con el jefe de la opositora Coalición Nacional Siria, Ahmad Yarba, Hollande ya dijo ayer que el alcance de una solución política pasaba por que la oposición pueda presentarse como una alternativa con la fuerza necesaria, y por que la comunidad internacional ponga freno a la escalada de violencia.

"Yo no hablaría de una guerra, sino de sancionar una violación monstruosa de los derechos humanos. Tendría un valor disuasorio", explicó hoy en "Le Monde", donde aclara que no se buscaría derrocar a Al Asad o "liberar" al país, sino frenar a un régimen "que comete actos irreparables contra su pueblo".

Hollande es consciente de que Francia es una de las pocas naciones, en sus propias palabras, que tienen la capacidad de "infligir sanciones con los medios apropiados", pero en su ambigüedad sigue apostando por una coalición que espera que sea "lo más amplia posible". Si persiste el bloqueo del Consejo de Seguridad, máximo órgano de Naciones Unidas, el presidente francés confía en que dicha coalición vaya a contar con el visto bueno de los europeos y vaya a apoyarse igualmente en la Liga Árabe, "que ha condenado el crimen y ha alertado a la comunidad internacional".

El Parlamento francés examinará el próximo miércoles la postura del país, pero Hollande ha advertido de que la decisión de intervenir, que recae en él, podría tomarse antes de esa sesión extraordinaria sin ser sometida a voto. La convicción de París y Washington contrasta con la firmeza de Alemania, cuyo ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, adelantó que ni se ha pedido a su país que participe en un eventual ataque militar internacional ni este ha ofrecido su ayuda.

"La masacre química no puede ni debe quedar impune", repitió Hollande, que ve como "un hecho" que se utilizaron armas químicas, y que cree que, pese a las pocas dudas, solo hace falta "conocer a los actores de ese acto infame", que según la oposición siria causó un millar y medio de muertos.

El Gobierno sirio se había negado en un primer momento a que los expertos de la ONU accedieran a la zona, y tras autorizar su entrada esta semana advirtió de que hasta que los resultados de sus pesquisas no sean analizadas en un laboratorio, va a rechazar cualquier informe "parcial".

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