PROHIBIDO EN LA EDUCACIÓN SECUNDARIA
El 78% de los ciudadanos franceses se opone a que el velo islámico pueda llevarse en la universidad, una práctica prohibida ya en la educación secundaria que suscita un debate tres años después de que se vetara el uso del 'burka' en el espacio público francés.
Según un sondeo elaborado por el instituto demoscópico Ifop y publicado por el diario 'Le Figaro', solo el 4% de los encuestados se declara a favor de permitir que el velo pueda lucirse en las universidades, mientras que el 18% se dice sin opinión al respecto.
El sesgo ideológico también condiciona la opinión pues entre quienes se declaran de izquierdas el rechazo a esa prenda en las aulas universitarias es del 67% mientras que entre los conservadores el dato asciende al 91%, y hasta el 95% entre los simpatizantes de la extrema derecha.
Por edades, los jóvenes de menos de 35 años se muestran más tolerantes con el velo islámico en la enseñanza superior (63% en contra) que los mayores de 65 años (86% en contra). La encuesta se realizó entre los pasados 6 y 7 de agosto con cuestionarios distribuidos entre una muestra representativa de 952 personas mayores de edad, siguiendo el método de cuotas.
Desde Francia, en Francia está prohibido que las mujeres musulmanas lleven velo islámico en las aulas mientras cursan la enseñanza secundaria, pero no existe legislación específica relativa a la universidad.
En 2010 se prohibió el uso del burka o niqab
En julio de 2010, bajo la presidencia del conservador Nicolas Sarkozy, se prohibió portar "burka" o "niqab" en el espacio público, con multas para las infractoras y hasta penas de hasta un año de cárcel para quienes obliguen a las mujeres a llevar esa prenda en Francia.
Otro sondeo realizado también por Ifop y publicado por 'Dimanche L'Ouest France' el pasado mes de marzo indicaba que el 84% de los franceses se opone, además, a que pueda lucirse el velo islámico "en los lugares privados que reciban público".
Recientemente, el alto Consejo para la Integración recomendó que se eliminaran de las aulas universitarias "los signos o ropas que manifiesten ostensiblemente una adhesión religiosa", apoyándose que el código de la educación prevé que "el servicio público de la enseñanza superior es laico e independiente de toda empresa política, económica, religiosa o ideológica".
Desde el Ministerio del Interior, que dirige el socialista Manuel Valls, señalan que las recomendaciones del Consejo para la Integración son "dignas de interés", según 'Le Figaro'.
Ese órgano presentó a inicios de mes un informe con doce propuestas en el que destacaba que existen distintas amenazas a la laicidad en la universidad, ya que en algunos centros los partidarios de corrientes "cristianas evangélicas o neobaptistas critican las teorías darwinianas de la evolución en beneficio de las tesis creacionistas".
"Entonces, podrían rechazarse textos de Voltaire, Pascal o Camus", agregaba el texto. Sus recomendaciones deberán ser estudiada por el Observatorio francés para la Laicidad, un organismo creado en 2007.