CONFERENCIA DE SEGURIDAD DE MÚNICH
El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, alertó sobre el peligro de fondo que supone Rusia, un país de "enormes capacidades militares", un liderazgo único y un desprecio por los principios democráticos. Fabius realizó estas declaraciones en la Conferencia de Seguridad de Múnich (MSC), el "Davos de la defensa", una cita que desde el viernes y hasta hoy debate sobre las principales crisis globales, con Ucrania y el Estado Islámico (EI) a la cabeza.
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Tras hablar sobre la crisis de Ucrania, el ministro francés dijo que hay una problema de fondo, "una cuestión mayor en el corazón de Europa". Hay un país con "enormes capacidades militares", un "líder único" y poco respeto por los principios democráticos", dijo sobre Rusia; mientras en el otro lado hay "un conjunto de países" reticentes a usar la violencia y que se rigen por la transparencia, la democracia y el estado de derecho. Por eso, argumentó Fabius, hace falta unidad y resolución: "No podemos posponer respuestas y no podemos permitirnos estar divididos".
A este sentido, apuntó que Europa no aceptará en las negociaciones sobre la crisis de Ucrania "concesiones que pongan en juego los fundamentos" de la seguridad en el continente. "Alemania y Francia hacemos todo lo que podemos junto con nuestro aliados para resolver esta crisis", indicó el jefe de la diplomacia gala. Con respecto a la lucha contra el yihadismo, tanto en Siria e Irak como en el Sahel, Fabius habló de una estrategia comprensiva que tenga en cuenta también la necesidad de "desmantelar las finanzas" de los grupos terroristas y sus "redes de reclutamiento", combatir su propaganda y controlar los procesos de radicalización.
En la presente edición de la MSC participan una veintena de jefes de Estado y Gobierno, unos 60 ministros de Exteriores y Defensa, cerca de 40 alto directivos de grandes empresas transnacionales y representantes de ONG internacionales. Además de Fabius, en esta cita participan la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, el secretario de Estado de EEUU, John Kerry, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov y los ministros de Defensa y Exteriores de Alemania, Ursula von der Leyen y Frank-Walter Steinmeier, respectivamente.
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El presidente ruso, Vladímir Putin, matizó que la cumbre a cuatro bandas en Minsk (Bielorrusia) entre Rusia, Ucrania, Alemania y Francia se celebrará si hay consenso sobre el arreglo del conflicto ucraniano. "Hemos acordado que intentaremos organizar la reunión (...) en Minsk en torno al miércoles si para entonces logramos consensuar la serie de puntos que hemos estado discutiendo intensamente", dijo Putin, citado por las agencias locales.
Además, agregó que en víspera de la cumbre, el martes, habrá que convocar una nueva reunión del Grupo de Contacto, formato de negociaciones entre Kiev y los separatistas prorrusos con la mediación de Rusia y de la OSCE. En esa reunión se abordarían asuntos como el alto el fuego y un mecanismo para supervisar el cumplimiento de los acuerdos de paz de Minsk de septiembre de 2014, señaló otra fuente diplomática.
En relación con la iniciativa de paz franco-alemana, Poroshenko advirtió en Múnich (Alemania) de que el Este de Ucrania no necesita fuerzas de pacificación ni una congelación del conflicto, ya que eso impediría el arreglo político de la crisis. Según las fuentes oficiales citadas por la prensa, el plan incluye una hoja de ruta con plazos para el cumplimiento de los acuerdos de paz.
Pero estos han sido modificados en lo que se refiere a la zona desmilitarizada, que tendría más de los 30 kilómetros fijados entonces, ya que las milicias separatistas han tomado cientos de kilómetros cuadrados en su última ofensiva.