Alquiler turístico
Con esta medida, las autoridades pretenden liberar viviendas para los residentes.
Las autoridades de Florencia quieren regular el sector turístico, ya que, según ellos, los planes del Gobierno no están dando los resultados esperados. La prohibición de los nuevos alquileres residenciales de corta duración en plataformas como Airbnb es la forma que tienen para controlarlo, y así intentar liberar más viviendas para residentes.
"Los 40.000 florentinos que viven en el centro se quejan de encontrarse, de repente, viviendo en apartahoteles", asegura Dario Nardella, el alcalde de Florencia. Además, asegura que el número de estos apartamentos se ha incrementado con el paso de los años: "En 2016 teníamos algo menos de 6.000 apartamentos registrados en Airbnb. Hoy tenemos casi 14.378".
Por su parte, el Gobierno central ya está elaborando un proyecto de ley en el que exigiría una estancia mínima de dos noches en todas las viviendas que están situadas en los centros históricos de las ciudades y en localidades con mayor turismo.
De esta manera, cada uno de los apartamentos o propiedades residenciales que sean alquiladas a turistas necesitaría un código de identificación nacional para rastrear y regular esas viviendas. Todos aquellos que no cumplan la medida se enfrentan a una sanción de hasta 5.000 euros.
El coordinador regional del partido Forza Italia, Marco Stella, y que forma parte de la coalición derechista en el poder, ha declarado que recurrirá la decisión de Florencia ante el Tribunal Administrativo.
Los más afectados son los estudiantes, así como las personas con bajos ingresos. Una crisis de la vivienda que azota a Italia y que se debe a los bajos salarios, la alta inflación y la escasez de propiedades. Un problema que no solo afecta a Italia, sino también a otros países y ciudades, como Nueva York, que también está reforzando y endureciendo dicha normativa sobre alquileres de corta duración.