EN CHINA
Un hombre de China fingió su propia muerte para poder cobrar una póliza de seguro sin imaginarse que su mujer, que no estaba al tanto de su plan, se quedaría tan desconsolada que acabó matando a sus hijos y suicidándose.
El hombre se hizo un seguro de accidente sin decírselo a su mujer. Dos semanas después, cogió prestado un coche y fingió su propia muerte en un accidente de tráfico, con la esperanza de que su seguro pagara a su mujer la indemnización, lo que les ayudaría a saldar las deudas que acumulaban.
Pese a que su cadáver no fue encontrado, las autoridades creyeron que habría fallecido por cómo quedó el vehículo. Al comunicárselo a la supuesta viuda, ésta escribió una nota de suicidio y saltó a un estanque con sus hijos pequeños, de tres y cuatro años. "Habíamos acordado envejecer juntos y tras dejar este mundo, ¿cómo voy a dejarte ir solo? Todo lo que quiero es que nuestra familia de cuatro miembros esté junta", decía la carta.
Un día después, el hombre acudió a una comisaría para explicar que había fingido su muerte, y fue cuando se enteró de la muerte de su mujer y sus hijos.