LA ANTERIOR EDICIÓN TUVO LUGAR EN FEBRERO
Centenares de familiares separados de Corea del Sur y de Corea del Norte se dieron hoy un emotivo adiós al término de la segunda y última ronda del vigésimo encuentro de familias divididas por la Guerra de Corea (1950-53). Casi un millar de personas de 186 familias divididas, la mayoría ancianos, se han reencontrado en el complejo turístico del monte norcoreano Kumgang tras más de seis décadas de separación en este evento de seis días, cuya anterior edición tuvo lugar en febrero del año pasado.
En la reunión de clausura de hoy, 438 coreanos de 90 familias de Norte y Sur se despidieron entre lágrimas y abrazos después de tres días de encuentros colectivos e individuales, sin la certeza de poder volver a verse en vida. La nueva edición de las reuniones familiares tuvo lugar gracias al acuerdo de altas autoridades de Seúl y Pyongyang, que en agosto decidieron poner fin a una etapa de tensión y mejorar las relaciones entre ambos países.
Los escasos medios de comunicación presentes en el evento transmitieron emotivas historias, como la del mayor de todos los participantes, el surcoreano de 96 años Lee Suk-ju, que le dio la chaqueta que llevaba puesta a su hijo norcoreano de 70 años al que no veía desde la guerra.
También relataron el encuentro de la surcoreana Kim Wol-soon, de 93 años y paciente de alzheimer, que reconocía solo por momentos a su hijo norcoreano de 72 años, al que regaló su vieja alianza de boda. Cientos de miles de personas no han podido recuperar el contacto con sus parientes del otro lado de la frontera desde la Guerra de Corea (1950-53), que confirmó la división en dos de la península. Desde que en 1985 se organizara el primer reencuentro hasta ahora han tenido lugar un total de 20, la mayoría de ellos en la pasada década, en los que han participado casi 20.000 coreanos de ambos países.
Los Gobiernos de Norte y Sur nunca han logrado ponerse de acuerdo para organizar estos eventos de forma periódica y cada año mueren muchos ancianos sin poder ver de nuevo a sus familiares del otro lado del paralelo 38.