Rusia
Los archivos clasificados contienen localizaciones estratégicas a las que Rusia apuntaría con sus misiles.
La Federación de Rusia recogió en archivos secretos los puntos estratégicos sobre los que lanzaría un ataque en caso de que el país liderado por Vladimir Putin entrara en guerra con Corea del Sur y Japón. Según los documentos clasificados, fechados en los años 2013 y 2014 a los que ha tenido acceso Financial Times, aparecen hasta 160 localizaciones cuya destrucción serviría para evitar el "reagrupamiento de tropas" enemigas, como carreteras, puentes, fábricas y centrales nucleares.
Aunque estos documentos se elaboraran entre 2008 y 2014, el medio citado asegura que "todavía se consideran relevantes para la estrategia rusa" y detallas cómo se debería reaccionar ante una invasión de China o cómo se atacaría el interior de Europa. Rusia, que ve hostilidades en cualquiera de sus flancos, quiso estar preparada para responder ante cualquier amenaza que se le pudiera presentar.
Según Financial Times, las primeras coordenadas que figuran en los archivos filtrados pertenecen a puntos militares, como las sedes de comando central y regional del Ejército de Japón y Corea del Sur; instalaciones de radar, bases aéreas o instalaciones navales. El resto de lugares a los que Rusia atacaría corresponden a infraestructura civil, como túneles ferroviarios, puentes, fábricas y centrales eléctricas.
¿Por qué Japón y Corea?
Rusia es el país más grande del mundo, por tanto, comparte frontera física y cercanías con medio mundo. A su izquierda, su rival más reciente, Europa; a su izquierda, con todavía más peso, su vieja némesis, Estados Unidos. Por otra parte, tanto Japón y Corea del Sur están alineados con Occidente, convirtiendo el flanco asiático en una preocupación importante para Moscú.
De hecho, Estados Unidos tiene presencia militar en ambos países y suele realizar maniobras. Mientras tanto, Corea del Norte envía soldados a la guerra de Ucrania apoyando el frente ruso. Dicho de otra forma, las tensiones entre ambos bandos son generales, pero manifestados de forma clara en el Donbás ucraniano.
"Asia no puede quedarse al margen de un conflicto en Europa, ni Europa puede quedarse de brazos cruzados si estalla una guerra en Asia", explicó William Alberque, exfuncionario de control de armas de la OTAN. Tanto la filtración de estos documentos como la incursión de soldados norcoreanos en Ucrania demuestra, según Alberque, que "los teatros de guerra de Europa y Asia están directa e inextricablemente vinculados".
El ejército ucraniano ha informado de que cada vez les es más complicado contrarrestar los drones de fibra óptica rusos, que hacen que los sistemas de detección sean prácticamente inservibles. Al no emplear ondas de radio, necesitan un cable de fibra óptica para poder funcionar, que despliegan detrás de ellos cuando vuelan, haciendo que pasen desapercibidos por los sistemas de detección de guerra electrónica.
Estos drones, aunque más lentos y menos maniobrables que un dron FPV convencional, aporta una alta calidad de imagen incluso cuando hay interferencias, lo que resulta muy útil en el campo de batalla. Sin embargo, desde la 79ª Brigada Aerotransportada de Asalto Tavriya de las Fuerzas Armadas de Ucrania informan que se trata de "casos aislados" y "no de un trabajo sistemático". Además, también aseguran que estos dispositivos son vulnerables a armas de pequeño tamaño, como escopetas, que han demostrado ser muy efectivas contra estos drones.
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