MÁS DE 2.600 PERSONAS CONTINÚAN SIN SER IDENTIFICADAS
Cinco años después del tsunami que mató a decenas de miles en Japón, Yasuo Takamatsu todavía busca en el mar a su esposa, con la esperanza de encontrarla. Este conductor de autobús de 57 años de edad no tenía interés por el deporte acuático, ni con el mar. Pero este fiel enamorado ha dejado su trabajo, para convertirse en un profesional del buceo y rescatar el cuerpo de su mujer.
Por desgracia, en 2011, la vida de Yasuo cambió por completo, el tsunami devastador que arrasó las costas de Japón se 'llevó' a su esposa. Takamatsu primero buscó en la tierra, en el banco donde ella desapareció,a lo largo de las playas de Onagawa y en los bosques de las montañas. Pero después de dos años y medio de búsqueda sin resultados, decidió buscar en el mar.
Ahora es un buceador de nivel experto dispuesto a recorrer los fondos marinos de todo el país para encontrar el cadáver de su esposa. A esta búsqueda se ha unido unido un padre que tiene la esperanza de encontrar a su hija. Para ellos, bucear es luchar contra el olvido.
Tas la catástrofe que desarmó su vida, este viudo sigue día tras día buscando a su mujer, no se da por vencido, no pierde la esperanza de cumplir la última voluntad de su mujer antes de desaparecer "quiero ir a casa". Unas últimas palabras que está dispuesto a cumplir.
"Aportaba mucho a mi vida, echo de menos la gran parte de mí que era ella", explica Yasuo Takamatsu. Por ello, este japonés acude a bucear con las mismas ganas que el primer día. "Me siento mal cuando pienso que ella todavía está ahí. Quiero que se cumpla su voluntad y traerla a casa tan pronto como sea posible", concluye.
Muy pocas personas esperan recuperar a sus familiares desaparecidos. Un gran número de ellos aún no han sido identificados, concretamente más de 2.600 personas. Takamatsu aún no pierde la esperanza de encontrar a su mujer Yuko. No renuncia a su amor por ella, que será como él mismo ha declarado a la BBC News: "eterno".