ENTIERRO POLÉMICO
Nayem Elgarhi no descansa aún en paz. Sobre su muerte y su entierro hay pocos datos claros. Marruecos dice que fue inhumado con el consentimiento del padre. La hermana del niño asegura que su padre es ciego, y que le obligaron a firmar la solicitud de entierro. Por eso, han denunciado a los militares responsables de la muerte y han pedido una autopsia y una investigación.
Al dolor por la muerte de un hermano se suma la incertidumbre por el paradero de otro. Zubeir el Garhi resultó herido por las balas de la gendarmería marroquí y fue ingresado en el hospital militar de El Aaiún. Ahora no saben dónde está. Los gendarmes se lo llevaron, junto a otros dos heridos.
El gobierno de Rabat dice que en todo este asunto no tiene nada que ocultar. Y que, de hecho, ha abierto una investigación judicial sobre lo que consideran un "triste y trágico" accidente. Entretanto, el ejército ha reforzado su presencia en torno al campamento donde el domingo murió Nayem.
Los militares han restringido la entrada de agua y alimentos a un lugar donde conviven miles de jóvenes que piden viviendas y empleos. Tampoco los periodistas pueden acceder. El equipo de enviados especiales de Antena 3 se ha topado, como los familiares de los acampados, con la negativa del ejército marroquí