Huracán Helene
El huracán Helene ha dejado más de 200 personas sin vida y ha destrozado a su paso miles de hogares, provocando también inundaciones mortales.
Alison Wisley, Knox Petrucci y sus dos hijos Felix y Lucas perdieron la vida al ser arrastrados por el río Toe, en Carolina del Norte. Las fuertes inundaciones que traía consigo el huracán Helene provocaron que muchas familias huyeran de sus casas para tratar de ponerse a salvo en otro lugar. Sin embargo, en su huida, esta familia no tuvo tanta suerte.
Mientras conducían el agua se iba acercando poco a poco, hasta el momento en el que su automóvil comenzó a flotar. Para tratar de escapar de esa trampa, la familia salió del coche con la esperanza de que volverían a sus casas, pero las fuertes corrientes de agua les arrastraron. Ahora sus familiares tratan de recaudar fondos a través de 'GoFoundMe', donde ya han conseguido casi 60.000 dólares —unos 54.841 euros— y cuyo objetivo son 70.000.
El fuerte huracán provocó que el río Toe creciese casi 7 metros. Por este motivo, la familia había comprado paletas y sacos de arena, ya que esperaban que el sótano se inundase.
Durante el fin de semana el número oficial de muertos aumentó a más de 220 personas, aunque se espera que la cifra sea mayor. Además, muchos cuerpos todavía no han sido recuperados de los escombros y quedan muchas personas por identificar, por lo que el número, aseguran desde las instituciones, probablemente sea inexacto.
"Según la gente que está en el terreno (bomberos, médicos, agentes de la ley), están subestimando las cifras. Todas las morgues están llenas y han trasladado toneladas de cadáveres a Greensboro", dijo el funcionario, añadiendo que "la gente está empezando a enterrarlos en sus jardines, porque no tienen dónde ponerlos".
En la pequeña localidad de Beech Island, Carolina del Sur, la familia Savage se convirtió en el centro de una de las historias más desgarradoras tras el paso del huracán Helene. Marcia y Jerry Savage, de 74 y 78 años, fueron encontrados abrazados bajo los escombros de su casa, después de que un enorme árbol se desplomara sobre su habitación durante la tormenta. Los fuertes vientos provocados por el ciclón derribaron el árbol, aplastando la vivienda de la pareja, quienes habían compartido más de 50 años de matrimonio.
Helene, que tocó tierra en la región de Big Bend, Florida, como un huracán de categoría 4, no solo trajo destrucción a Beech Island. Estados como Georgia, Carolina del Norte, Virginia y Tennessee también sufrieron graves daños, y vecindarios enteros quedaron bajo el agua.
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