ADOPTADO POR UN CENTRO ANIMALES SALVAJES
Una familia que reside en la provincia china de Yunnan decidió comprar un cachorro de mastín tibetano, una raza de canes de color negro y de gran tamaño.
Sin embargo, la familia se quedó sorprendida al ver la cantidad de alimentos que el animal ingería. "Una caja de frutas y dos cubos de fideos todos los días", explicaba Su Yun, la dueña del animal, a medios locales.
Pero este apetito tenía una explicación que descubrieron algo más tarde: en realidad habían comprado un oso negro asiático de 113 kilos. La familia no podía creer lo que les había sucedido. "Cuanto más crecía, más parecía un oso. Y tengo un poco de miedo de los osos", decía Su Yun, según recogen medios como 'The Independent'.
El hecho de que el animal no parara de crecer y su talento para andar sobre dos patas fueron las claves para que la familia se diera cuenta de que en realidad su perro era más bien un oso.
Fue en ese momento cuando avisaron a las autoridades para que les ayudaran y finalmente ha sido el Centro de Rescate de Animales Salvajes de Yunnan quien se ha hecho cargo del oso.
El animal tuvo que ser sedado para ser trasladado hasta el centro porque su gran tamaño intimidaba incluso al personal especializado
El oso ha sido identificado como un oso negro asiático, una especie en peligro de extinción que alcanzaría los miles de euros de venderse en el mercado negro.
La familia asegura que compró el animal en el año 2016 pensando que se trataba de un mastín tibetano. Lo curioso es que no es la primera vez que ocurre algo similar pues en su vecindario se han dado casos similares.