CON DESTINO PARÍS
El Boeing 747, con 423 personas a bordo, aterrizó esta madrugada en el aeropuerto de Guarapes, después de que una llamada al aeropuerto internacional de Río de Janeiro alertase de la existencia de un artefacto explosivo en el aparato.
Tras tomar tierra en Recife, los 405 pasajeros y los 18 miembros de la tripulación fueron evacuados y se procedió a la inspección del avión, en la que aparentemente no se halló bomba alguna.
El aeropuerto permaneció cerrado durante 30 minutos y durante todo el proceso, los pasajeros permanecieron en calma, según declaró una de ellas a la emisora brasileña Globonews.