UN SÍMBOLO DE LA AYUDA A LOS REFUGIADOS
Dionisis Avranitakis, un panadero de la isla griega de Kos que ofrecía su ayuda desinteresada a los refugiados que llegaban a cientos a las costa de la isla, falleció este domingo a los 77 años de edad.
Todos los días durante varios meses Avranitakis horneó y distribuyó de forma gratuita cientos de panes y bollos para los refugiados que llegaban a Kos, antes de que el Gobierno reaccionase y crease estructuras de acogida. Gracias a esta labor, que le situó como uno de los rostros de la solidaridad del pueblo griego en mitad de la crisis humanitaria, Avranitakis recibió el Premio de la Sociedad Civil 2016 del Comité Económico y Social Europeo (CESE).
Avranitakis conocía de primera mano lo que significa ser un refugiado, pues su familia tuvo que dejar Esmirna tras la invasión turca en 1922, que desplazó a un millón de griegos de la ciudad. La isla de Kos, en el Egeo Oriental, fue una de las más afectadas durante la llamada crisis de refugiados por su cercanía a las costas turcas, y a día de hoy acoge a 965 migrantes y refugiados de los más de 15.000 que permanecen en estas islas, según datos del ministerio de Migración griego.