Francia
El menor desapareció en unas circunstancias muy extrañas y aún se trabaja con varias hipótesis.
El pasado sábado 8 de julio, el pequeño Émile, un niño de tan solo dos años, desapareció en la aldea francesa de Le Vernet, una localidad de tan solo 25 habitantes que se encuentra en la región de los Alpes de Alta Provenza.
Émile, en un caso que ha conmovido a Francia, desapareció en unas circunstancias muy extrañas: el menor jugaba en el jardín de la casa de sus abuelos mientras disfrutaba de su primer día de vacaciones, cuando se le perdió la pista.
El trágico suceso ha provocado que todo el país está pendiente de su búsqueda. Algunos vecinos voluntarios se unieron a militares y gendarmes para buscar a Émile por la zona del pueblo y sus alrededores, pero no tuvieron éxito. Por esta razón, y después de que la familia diese otra versión sobre lo ocurrido el día de la desaparición, el pasado miércoles, el dispositivo de búsqueda fue cancelado.
El fiscal del caso ha ordenado a los investigadores que busquen y analicen todas las posibles pruebas para encontrar alguna pista sobre el paradero del menor. Y, aunque no se descarta ninguna hipótesis, ahora mismo la primera con la que se trabaja es con la de que una cosechadora haya podido arrollar al pequeño.
Esta posibilidad ha sido planteada por un agricultor: "No es tan raro, a veces encontramos ciervos. El pequeño pudo haber terminado en la hierba alta y haber sido golpeado por la máquina agrícola. Eso sería terrible", declaró el hombre.
Desde hace un par de días se ha abierto una nueva vía para que la investigación avance: dos jueces de instrucción del centro de Aix-en-Provence serán los encargados de llevar a partir de ahora el caso. "La complejidad del caso justifica ahora la apertura de una investigación judicial", declaró el fiscal.
También se ha decidido cerrar el flujo de entrada y salida del pueblo donde ocurrió el suceso. Ya se han registrado todas las casas y los vehículos, y se han interrogado a los vecinos con el fin de recabar información sobre el paradero del pequeño y esclarecer lo que ha sucedido con él.
Además, las autoridades francesas han decidido utilizar un software de investigación criminal llamado AnaCrim, un programa con una alta capacidad para el análisis de grandes volúmenes de datos que también cuenta con la posibilidad de realizar cruces de elementos que podrían resultar imperceptibles.
Al denunciar la desaparición, los familiares indicaron que el niño vestía con una camiseta amarilla, unos pantalones cortos blancos y unas botas de montaña. Pero según ha revelado la Policía francesa, la familia ya se ha contradicho dos veces en sus versiones, lo que añade más incertidumbre al caso.
Todavía se está investigando si este hecho puede ser o no relevante para la investigación de la desaparición. De momento, la policía francesa ha publicado la siguiente descripción en su cuenta oficial de Twitter: