UNA MALA COSTUMBRE
Hay hábitos que se adquieren que pueden tener consecuencias con el paso de los años, aunque no se lleguen a imaginar. Como el de dormir con tus animales. Consecuencia de ello, a una mujer de Nueva York le tuvieron que extraer una bola de pelo de gato de su vagina.
Algo parecido le pasó a Jasmin Percival, de 23 años. Desde que era pequeña, la joven adquirió la mala costumbre de rizar el pelo entre sus dedos y de morderlo, como informa el 'Mirror'. Ella asegura que "tan pronto como tuve la cabeza llena de pelo, siempre tenía un mechón en la boca".
A causa de ello, comenzó a tener unos dolores de estómago horribles. Su madre la llevó al médico con 14 años que no sabía con exactitud lo que le sucedía a Jasmin. Al final, le diagnosticó el síndrome del Intestino Irritable. Pero el sufrimiento no cesó.
Dos años después, los dolores se volvieron insoportables por lo que la joven acudió a urgencias donde descubrieron su problema. Jasmin Percival tenía acumulado en el estómago una bola de pelo de más de un kilo. En una operación, los médicos acabaron con su tortura y extrajeron el pelo de su cuerpo.