EL CENTRO LA HA VUELTO A ADMITIR
"Un gesto vale más que mil palabras", si el pasado mes de enero nos emocionábamos al conocer la historia de un niño de siete años que se rapó la cabeza para ayudar a su amigo con cáncer, ahora esta misma acción vuelve a tocarnos la fibra sensible. Sin embargo en esta ocasión las consecuencias han provocado gran indignación entre la sociedad.
Kamryn y Delaney son las únicas niñas que no lucen melena en el patio del colegio pero sí pueden presumir de la mayor sonrisa de complicidad. Kamryn tan sólo tiene nueve años, pero ha decidido raparse la cabeza para apoyar a su amiga Delaney, enferma de cáncer.
Un gesto solidario y ejemplar que si bien ha conmocionado a gran parte de sus conocidos no ha logrado el mismo efecto en su colegio en Colorado. Kamry ha sido expulsada del centro por afeitarse la cabeza. Desde el centro alegan que va en contra de las normas de vestimenta de la escuela.
Esta "reprimenda" lejos de amilanar a la pequeña le ha hecho reafirmarse en su decisión: "Siento que estoy haciendo lo que tengo que hacer". Tras conocerse su expulsión el centro está desbordado por las críticas por lo que ha decidido volver a admitir a Kamry en sus aulas.