AUNQUE NO HA ESPECIFICADO LA RAZÓN
El expresidente de Egipto, Mohamed Mursi, ha anunciado este sábado al tribunal que le juzga su intención de dejar de comer porque sospecha de los alimentos que recibe en prisión suponen un riesgo para su vida, y ha solicitado un examen médico porque padece hipotensión.
Así lo ha hecho saber el exdirigente islamista durante la sesión del juicio al que está siendo sometido por filtrar documentos clasificados a Qatar durante su Presidencia. En su declaración, Mursi no ha especificado qué clase de amenaza representa para él la comida de la cárcel, pero ha avisado de que corre peligro de muerte.
El expresidente ha declarado que "se ha enfrentado a cinco incidentes dentro de la cárcel que suponían una amenaza directa sobre su vida". Concretamente se ha referido a un momento del 22 de julio.
"De haber comido lo que me ofrecieron ese día, habría desembocado en un crimen", ha reiterado en declaraciones recogidas por testigos del medio 'Aswat Masriya'.
Así las cosas, el tribunal ha ordenado de momento que Mursi sea objeto de un examen médico para averiguar su estado exacto de salud y ha levantado la sesión hasta mañana domingo, cuando intervendrán los testigos de la acusación por espionaje contra el derrocado ex presidente.