Invasión rusa de Ucrania
Un transporte militar ruso ha volado por los aires en Ucrania tras pisar una mina de forma accidental. Rusia reitera sus amenazas de guerra nuclear y no muestra intención alguna de terminar el conflicto.
Cuando la invasión rusa de Ucrania va a cumplir su décimo mes, siguen las amenazas entre unos y otros, y sin la esperanza de que pueda haber un final cercano al conflicto. La última imagen de tamaña división entre ambas partes ha sido la explosión de un vehículo militarizado del Ejército ruso. Dicha explosión se ha producido después de que el vehículo pisara por accidente una mina, la cual podría haber sido puesta ahí precisamente por el Ejército ruso.
Pese a la explosión, varios soldados han conseguido salvar su vida, resultando otros heridos. Rusia vuelve así mostrar debilidad a ojos del mundo, a sabiendas de que su Ejército está padeciendo notables retrocesos en las últimas semanas, y todo ello a pocas semanas de que llegue el invierno. La explosión, en caso de haberse producido por una de sus propias minas, habría sido un error de grandes dimensiones que podría acarrear consecuencias internas para los militares rusos.
Precisamente, el Ejército de Ucrania ha denunciado en numerosas ocasiones que Rusia había minado la mayor parte de territorios que abandonó, con el objetivo de matar a quienes intentaran adentrarse en ellos. Aunque el repliegue ruso sigue alargándose, puesto que le resulta cada vez más difícil controlar sus bastiones. Incluso las regiones anexionadas ilegalmente están en una situación crítica, donde Ucrania empieza a fortalecerse frente a una Rusia en caída libre.
El Kremlin amenaza (otra vez) con la guerra nuclear
El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha vuelto a las andadas en la dialéctica bélica de Rusia, asegurando que "Estados Unidos y la OTAN representan una seria amenaza para una confrontación directa entre potencias nucleares". Lejos de obviar la amenaza de un conflicto nuclear, Rusia no solo no retira sus amenazas, sino que las reitera, insistiendo en que todo es posible en una situación de esta índole, y advirtiendo de que sigue oponiéndose a la expansión de la OTAN.
Mientras el conflicto sigue incrementándose, y el frío está cada vez cerca de convertirse en la mayor amenaza de ambos, prevalece la duda de quién padecerá los peores efectos: si la propia Rusia o Ucrania. Los recursos de los que disponga cada Ejército para soliviantar tales efectos a sus soldados serán cruciales para que puedan subsistir a la cruda batalla en medio de un invierno que, según las primeras informaciones, se espera que sea sumamente gélido en el país.