Gas
Los expertos advierten sobre las consecuencias del posible corte de suministro de gas por parte de Rusia a Europa.
La principal preocupación en muchas capitales europeas es que Rusia opte en algún momento por jugar una de sus mejores bazas: cortar el suministro de gas en Europa. Si esto ocurriera y se prolongara habría que reducir la demanda en el continente.
Esta es la principal conclusión del análisis que ha realizado por Ben McWilliams, Giovanni Sgaravatti, Simone Tagliapietra y Georg Zachman, expertos del 'think-tank' Bruegel. Ambos se han preguntado si llegado el caso "puede Europa sobrevivir sin sufrimiento sin gas ruso".
En la actualidad, el gas que exporta este país representa el 40% del consumo de la Unión Europea. En un primer momento, si Rusia cortara el gas, la Unión Europea podría capear el temporal hasta verano.
Transportar de oeste a este
Para ello habría que transportar el gas desde los países menos dependientes de Rusia, como es el caso de España, a los que más dependen. Estos son los que se verían más afectados.
Los expertos indican que "lo que es técnicamente posible podría no serlo políticamente". Aunque existiera la capacidad técnica para evitar el desabastecimiento en toda Europa, "existe el riesgo de que países con mejor suministro puedan no querer compartir sus recursos de gas con países en peor situación".
Otra opción sería incrementar las importaciones de gas natural licuado desde Noruega y el norte de África. Las infraestructuras permitirían un aumento de 17 TWh por semana, frente a los 18 TWh a la semana que se importan de Rusia, si bien Noruega ya ha dicho que ya exporta a la UE todo lo que puede.
Riesgo de que no sea temporal
Sin embargo, los expertos indican que el gran desafío es que el corte de suministro no sea algo temporal y se prolongue durante años. "En 2021, las exportaciones de gas natural por parte de Rusia a la UE ascendieron a 1.550 TWh por gaseoductos y unos 120 TWh vía gas natural licuado, lo que significa que habría que reemplazar unos 1.700 TWh si Rusia detuviera por completo sus exportaciones a Europa", subrayan.
¿Qué soluciones habría al corte de gas?
Aumentar la importación
Los expertos hablan sobre aumentar la importación. Aunque actualmente la capacidad se usa al máximo en cuanto a la importación de gas natural licuado, al igual que los barcos para transportar el gas. Indican que no sería una solución factible que se pueda añadir nuevo volumen.
Hay que tener en cuenta las cuestiones económicas y legales para redirigir los flujos de importación de gas natural licuado. Una parte de esos flujos procederían de los que actualmente tienen con destino Asia y las Américas. Los productores podrían no querer comprometer sus contratos a largo plazo con sus compradores por echar un cable temporalmente a la Unión Europea.
Otro punto clave sería lasubida de preciosante el aumento de la demanda. "Supondría un fuerte golpe para la economía europea, que ya padece altos precios", indicen los expertos.
Reducir la demanda de gas
Es por ello que, si no es suficiente con aumentar el suministro, habría que reducir la demanda. Los expertos consideran que hay margen en su reducción en la calefacción, procesos industriales y para producir electricidad.
Para conseguirlo, indican, debería centrarse en el reemplazo del gas por otro tipo de plantas y de usos de otras energías como la solar para producir electricidad.
Aunque en el sector industrial, la única opción sería reducir la demanda como ya han hecho algunos fabricantes ante los altos precios de la energía.