Argentina
Los 90 pasajeros fueron evacuados por la la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). El autor del comentario fue detenido y se encuentra en disposición judicial.
El Aeropuerto Internacional Ingeniero Ambrosio Taravella, ubicado en la ciudad de Córdoba, Argentina, fue escenario reciente de un incidente preocupante que puso en jaque la seguridad de los pasajeros y provocó la clausura temporal del aeródromo. Todo comenzó con una broma de mal gusto que desencadenó una respuesta enérgica por parte de las autoridades y las fuerzas de seguridad.
El vuelo LA2365, operado por Latam Airlines y con destino a Lima, Perú, estaba a punto de despegar cuando un pasajero, en tono de broma, mencionó la posibilidad de llevar explosivos a bordo de la aeronave, provocando alarma entre los demás pasajeros que escucharon sus palabras.
Dos personas alertaron de inmediato al personal de la tripulación, quienes a su vez informaron a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Ante la gravedad de la situación, se activó de inmediato el protocolo antiexplosivos y se procedió a evacuar a los 90 pasajeros que se encontraban a bordo del avión.
La intervención de una brigada antiexplosivos de la Fuerza Federal, el equipo de bomberos y varias patrullas de la policía de Córdoba fue crucial para llevar a cabo una revisión exhaustiva de la cabina, la bodega del avión, así como el equipaje y los pasajeros. Estas medidas forman parte de un procedimiento riguroso para asegurar que no haya amenazas reales y garantizar la seguridad de los pasajeros y la tripulación.
Tras varias horas de ardua inspección, se confirmó que se trataba de una falsa alarma. El incidente tuvo consecuencias graves para el autor del comentario. El hombre fue detenido por las autoridades y quedó a disposición del Juzgado Federal número 3 de la ciudad de Córdoba.
La situación dejó en evidencia la importancia de tomar en serio cualquier amenaza o comentario sospechoso en un ambiente tan sensible como lo es un aeropuerto. Este tipo de incidentes también generan un alto costo para las aerolíneas y las autoridades aeroportuarias, ya que se requiere una respuesta rápida y efectiva para garantizar la seguridad y la tranquilidad de todos los involucrados. Además, la clausura temporal del aeropuerto afecta la programación de vuelos y puede causar retrasos y molestias a los viajeros.
En enero, un avión comercial de la aerolínea Ryanair, fue desalojado por la policía griega por una amenaza de bomba. Las 196 personas que se encontraban a bordo del vuelo de Katowice, Polonia con destino a Atenas, Grecia, sufrieron un aterrizaje de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Atenas Elefterios Venizelos.
Los bomberos y artificieros de la policía inspeccionaron en profundidad la aeronave después de que los pasajeros salieran sin poder llevar consigo sus pertenencias.
El piloto del avión fue el encargado de alertar a las autoridades y cuando entró en espacio aéreo heleno, los cazas griegos se encargaron de escoltarlo hasta Atenas.