CUATRO MILLONES DE VOTANTES
Una encuesta sobre intención de voto para el vespertino londinense 'Evening Standard' otorga al 'no' a la independencia de Escocia una ventaja de seis puntos frente al 'sí', con un 53% contrarios a la separación frente al 47 favorables.
El sondeo, que hizo ese cálculo excluyendo a los indecisos, fue realizado por la firma Ipsos-Mori para el citado rotativo entre el martes y el miércoles entre 991 personas.
Ipsos-Mori calcula en el 4% la cantidad de residentes en Escocia que aún no saben cómo votarán en el referéndum de Escocia, donde cerca de 4,3 millones de votantes están llamados a las urnas para decidir el futuro de la región.
Otra encuesta hecha por la firma YouGov para los diarios 'The Sun' y 'The Times' otorgó al 'no' a la independencia de Escocia una ventaja de cuatro puntos, con un 52% de los votos contrarios a la escisión frente al 48% favorables.
El estudio fue efectuado entre este lunes y miércoles, víspera del referéndum, entre 3.237 personas. Los colegios electorales en Escocia abrieron a las 06.00 horas GMT para votar en el histórico plebiscito sobre la independencia de esa región, en el que ambos bandos parten muy igualados.
Casi 4,3 millones de residentes en Escocia mayores de 16 años tendrán que decidir desde primera hora de la mañana en las urnas si creen que Escocia debería ser un país independiente del Reino Unido.
Los 5,3 millones de habitantes de Escocia representan el 8,3% de la población total del Reino Unido, mientras que la economía escocesa tiene un peso cercano al 9,2% en el Producto Interior Bruto (PIB) del país.
A pesar de que los partidarios de la permanencia de Escocia en Reino Unido ganarían, según estos números, ambas campañas han mantenido la tensión hasta el último segundo, conscientes de que el pequeño porcentaje de indecisos decantará la balanza.
En caso de que Escocia finalmente se decantara por el 'sí', quedaría automáticamente fuera de la Unión Europea y de la OTAN y deberá pedir la entrada en ambas organizaciones, que debe ser aprobada por unanimidad por los Estados miembros. La Comisión y el Gobierno escocés discrepan sobre el grado de dificultad que entrañaría este proceso.