COBRA 1.500 EUROS A CADA UNO
En una llamada telefónica, interceptada por la policía italiana, Medhanie confiesa a otro traficante que está "muy estresado" porque “este año tengo mucho trabajo: ya he llevado a unas 7.000 u 8.000 personas. Me dicen que lleno demasiado los barcos, pero son ellos los que quieren marcharse rápido”.
Desde Tripoli, la capital de Libia, Medhanie se encarga de organizar el viaje a los miles de inmigrantes que zarpan desde ese país sumido en el caos en pateras y barcos, rumbo a las costas italianas.
La policía italiana interceptó conversaciones entre este traficante y los miembros de una red que se dedicaba a recoger a los inmigrantes que conseguían llegar a Sicilia, para luego distribuirlos por toda Europa. De momento hay 24 detenciones.
El 90% de los inmigrantes que llegan a Italia zarpa desde las costas libias. Allí, los centros de internamiento están saturados. En una de las últimas redadas antes de embarcar, fueron detenidos 1.000 inmigrantes cuando ya estaban listos para cruzar el Estrecho de Sicilia.
El director de la Oficina libia de Deportación, Saleh Abu Dabbous, asegura que “tenemos miedo de lo que está por venir. Si todas las naciones no actúan en conjunto y no nos dan los recursos necesarios, ocurrirá una tragedia humanitaria mayor”.
Miles de refugiados que huyen de Siria, o de otros países en conflicto como Eritrea, Somalia o Mali están atrapados en Libia y solo ven una salida: caer en manos de las mafias y arriesgar sus vidas en el mar.