obra del artista autodidacta Luigi Prevedel
El Papa ha inaugurado este lunes 16 de octubre una estatua de Aylan Kurdi, el niño sirio que murió ahogado en el Mediterráneo en 2015 y se convirtió en símbolo del drama que viven las personas refugiadas en todo el mundo, durante su visita a la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con motivo del Día Internacional de la Alimentación.
El Pontífice ha donado a la organización internacional la figura escultórica de 1,20 metros de ancho y 0,75 de alto, esculpida en mármol blanco de Carrara, con un peso aproximado de 1.000 kilos. La obra del artista autodidacta Luigi Prevedel (Cles, Trento. 1969) ha sido colocada en el atrio principal de la sede de la FAO en Roma, Italia.
Francisco ha llegado a la sede de la FAO a las 8.45 horas, donde ha sido recibido por el secretario general, el brasileño José Graziano da Silva, así como por el Observador permanente de la Santa Sede en la FAO, monseñor Fernando Chica Arellano.
En la ceremonia, bajo el título 'Cambiar el futuro de la migración. Invertir en seguridad alimentaria y desarrollo rural', han participado José Graziano da Silva, varios ministros de Agricultura del G7 - Lawrence MacAulay (Canadá), Stéphane Travert (Francia), Maurizio Martina (Italia) y Sonny Perdue (Estados Unidos)-, y el Comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan. También estarán presentes el presidente del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), Gilbert F. Houngbo, y el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos (PMA), David Beasley.
El pasado mes de septiembre, Prevedel donó al obispo de Roma la citada escultura, titulada 'La muerte y el llanto'. De forma hiperrealista, como analiza la experta en Patrimonio Cultural Alice Salavolti (Twenty Cent Art Group), el artista italiano ha esculpido la figura de Aylan, tal y como apareció hace dos años en una playa de Turquía. Sentado junto al pequeño, Prevedel ha representado a un ángel alado, que llora desconsolado ante la tragedia. Prevedel estudió en la Escuela de Arte de Trento (Sección de Madera), para después aumentar sus conocimientos artísticos asistiendo a la Academia de Arte de Venecia durante dos años. Sin embargo, no completó su formación en Venecia. 'La muerte y el llanto' es su tercer trabajo en mármol del escultor, tras más de 20 años dedicado al trabajo de la madera.
Según la FAO, este es el momento en que más personas se han visto forzadas a huir de sus hogares desde la Segunda Guerra Mundial, debido al aumento de los conflictos y la inestabilidad política. El hambre, que aumenta a nivel mundial por primera vez en décadas, la pobreza y el auge de los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el cambio climático, son otros factores importantes que contribuyen al fenómeno migratorio. La FAO celebra el Día Mundial de la Alimentación el 16 de octubre de cada año para conmemorar la fundación de la Organización en el año 1945. Para conmemorar esta efeméride se organizan eventos en más de 150 países, actos que promueven la concienciación y la acción a escala mundial para aquellos que padecen hambre, y la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria y dietas nutritivas.
El caso de Aylan
La fotografía del niño sirio, de 3 años, cuyo cadáver apareció en una playa de Turquía, conmocionó al mundo. Su familia había estado intentando conseguir asilo en Canadá tras huir de la localidad de Kobani, en el norte de Siria y que durante meses estuvo controlada por Daesh.
Su hermano de 5 años, Galip, y su madre, Rehan, de 35, también murieron después de que el barco en el que viajaban hacia Grecia naufragara. Su padre, Abdulá, fue encontrado casi inconsciente y llevado al hospital cerca de Bodrum. En una entrevista concedida recientemente al diario turco 'Hürriyet', la refugiada siria y activista por los Derechos Humanos Tima Kurdi denunciaba la falta de compromiso con los refugiados, dos años después de que la foto de su sobrino, Aylan, se convirtiera en un símbolo de la crisis humanitaria en Siria.
La activista recordó el día en que su hermana y madre de Aylan Kurdi emprendió el viaje desde Turquía para alcanzar Grecia. "Sabía que mi hermana planeaba emprender este viaje así que me desperté temprano. Vi docenas de llamadas telefónicas cuando miré mi teléfono. Supe que algo iba mal y más tarde recibí la mala noticia", rememoraba.
Desde esta ciudad llegaron al puerto de Bodrum, en Turquía, donde "pasaron algún tiempo, pero tuvieron que partir a Grecia porque la situación era insostenible". "Ninguno de los niños pudo ni siquiera ir a la escuela, porque millones de sirios habían llegado a Turquía", lamentaba Kurdi.