EN REINO UNIDO
El que se suponía que debía ser el día más feliz de sus vidas ha acabado por convertirse en una pesadilla. Jessica Henderson y Darren Carr ingresaron en el Hospital Ninewells en Dundee para dar a luz a su bebé.
Jessica pronto advirtió que algo no iba bien. En la sala de parto el personal médico comenzó a usar una ventosa y un fórceps. Instrumental que según los propios padres no sabían cómo se utilizaba. Según relatan en Mirror "el personal no estaba seguro de cómo utilizar la ventosa e incluso leyó las instrucciones" delante de la pareja antes de intentarlo.
Finalmente Jessica y Darren tuvieron a su bebé, pero nada más abandonar el hospital fueron conscientes de las graves heridas causadas al recién nacido por el uso con fuerza de la ventosa y el fórceps. El director del NHS, Tayside Dr. Alan Cook, ha pedido disculpas a la familia: "El jefe de obstetricia y yo nos hemos reunido con la señora Henderson para disculparnos por la experiencia, por la angustia que esto ha causado". Jessica y Darren están barajando emprender acciones legales.