PERDIÓ LAS DOS MANOS
Pretendía atentar contra una sucursal del Banco Santander en Santiago de Chile, pero la bomba le estalló en las manos.
Un joven de 22 años y de ideología anarquista, se acercó a la oficina cargado con una mochila que explotó cuando iba a manipularla. Con serias dificultades para mantenerse en pie y con la ropa en llamas, buscó ayuda. Un taxista apagó el fuego rociándole con un extintor.
El joven ha perdido ambas manos y sufre quemaduras graves en la cara y los ojos.