Día de la Independencia
Estados Unidos celebró este 4 de julio de forma muy diferente a otros años marcado por la crisis del coronavirus y la oleada de protestas derivadas de la muerte de George Floyd.
A pesar de la situación convulsa que vive el país, el Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, festejó el Día de la Independencia con cientos de invitados en los jardines de la Casa Blanca para insistir en su mensaje de campaña. Muchos de los asistentes acudieron a la cita sin mascarilla y sin respetar la distancia de seguridad.
En su mensaje, Trump hizo llamamiento a la unidad nacional y declaró "que están derrotando a la izquierda radical, los marxistas, anarquistas, los agitadores y saqueadores...". Además, no dedicó ningunas palabras para los 129.000 muertos por coronavirus.
En las calles se produjeron algunos enfrentamientos encuadrados en las protestas raciales que se han venido sucediendo desde el pasado mes de mayo.
Acusaciones a China
Trump aseguró que Estados Unidos tendrá "una vacuna o tratamiento para el virus antes de final de año". Después, acusó a China una vez más de ser el culpable de la pandemia del coronavirus: "El secretismo, los engaños y el encubrimiento de China han extendido el virus por todo el mundo. China debe rendir cuentas", aseguró.
En Nueva York, se lanzaron fuegos artificiales para conmemorar esta fecha tan importante para el país y en otras zonas de Estados Unidos, fueron suspendidas para evitar aglomeraciones.