BUSCAN PULIR SU IMAGEN

El Estado Islámico instala pantallas gigantes en Ramadi como arma propagandística

El Estado Islámico ha puesto en la ciudad de Ramadi varias pantallas gigantes en las que han anunciado que ocuparán más territorios iraquíes. Según varios habitantes de la zona, han empezado a mostrar vídeos de sus operaciones y confesiones de los soldados capturados. "Algunos programas están alentando a los jóvenes a seguir las normas del Estado Islámico y también enseñan entrenamiento militar", ha añadido bajo condición de anonimato.

El Estado Islámico ha instalado pantallas gigantes de televisión en la ciudad iraquí de Ramadi a través de las cuales han anunciado que ocuparán más territorios iraquíes después de que tomaran la capital de provincia el mes pasado, según han informado habitantes de la zona.

"Han empezado a mostrar vídeos de sus operaciones militares en Irak y también han mostrado confesiones de soldados capturados", ha afirmado el dueño de una pequeña tienda de comida situada cerca de una de las pantallas en el centro de Ramadi.

"Algunos programas están alentando a los jóvenes a seguir las normas del Estado Islámico y también enseñan entrenamiento militar a los jóvenes sobre el manejo armas y cómo luchar", ha añadido bajo condición de anonimato.

La organización ha utilizado las redes sociales y vídeos para captar seguidores y distribuir material que muestra a sus milicianos asesinando a soldados del Gobierno iraquí y a minorías religiosas.

"Parece que están intentando utilizar métodos de los medios de comunicación como arma para pulir su imagen y también para animar a que los jóvenes se unan a ellos", ha declarado un funcionario en Ramadi.

Los habitantes han explicado que estos vídeos están siendo distribuidos en casetas cerca de las dos pantallas que los milicianos han instalado en el mercado central, situado en el norte de Ramadi.

Los esfuerzos realizados por el Gobierno chií y la coalición liderada por Estados Unidos se centran actualmente en esta ciudad de la provincia de Anbar, una zona de mayoría suní, con el fin de acabar con el control de este grupo que recae sobre la tercera parte de Irak.

El Gobierno iraquí, cuyo Ejército ha demostrado una gran ineficacia contra los insurgentes, depende enormemente de las milicias chiíes apoyadas por Irán, así como de los ataques aéreos realizados por la coalición que lidera Estados Unidos para frenar la actividad del Estado Islámico, a los que consideran como terroristas.

Los yihadistas han decidido asesinar a todo aquel que se oponga a sus intentos de crear un califato en los territorios de Irak y Siria que controlan actualmente.

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