CONTINÚAN EXAMINANDO LA INFORMACIÓN SOBRE EL SINIESTRO
El Gobierno de EE.UU. ha divulgado imágenes de satélite y otras pruebas que demuestran que Rusia entrenó y equipó a los rebeldes ucranianos que presuntamente derribaron el avión de Malaysian Airlines con 298 pasajeros a bordo.
Estados Unidos sostiene, además, que Rusia ha seguido facilitando tanques, lanza cohetes y otras armas a Ucrania después del siniestro del avión malasio el jueves de la semana pasada.
Los funcionarios citaron, según indican las fuentes, sensores que siguieron la trayectoria del misil que supuestamente derribó el avión malasio, marcas de metralla en la aeronave, análisis de conversaciones de los rebeldes en las que se atribuyen la autoría del suceso y fotos publicadas en las redes sociales.
Las fuentes también han dicho que EE.UU. detectó el lanzamiento de un misil tierra-aire justo cuando se produjo el incidente con el avión en el este de Ucrania, una zona controlada por los rebeldes prorrusos.
Los funcionarios también identificaron, por primera vez, una instalación militar cerca de la ciudad rusa de Rostov como el principal conducto del respaldo ruso a los separatistas en Ucrania.
La CIA y otras agencias de inteligencia de EE.UU. continúan ahora examinando la información sobre el siniestro, pero los funcionarios dicen que las pruebas recolectadas en los cinco días desde los ataques apuntan de forma abrumadora a los separatistas prorrusos en el este de Ucrania como autores del derribo del avión.
Por su parte, la comunidad de inteligencia estadounidense descarta que fuerzas ucranianas sean responsables del ataque.
También, las fuentes indicaron que Rusia trata de manipular la información para difundir su versión de la historia. "Este parece nuevamente un caso típico de intentar culpar a las víctimas", afirmó uno de los funcionarios.
Mientras tanto, Estados Unidos dice desconocer las identidades o incluso las nacionalidades de los que lanzaron el misil que habría derribado la aeronave de Malaysia Airlines.
El espionaje estadounidense tampoco ha llegado a una conclusión sobre el posible motivo del ataque. Los funcionarios que se han reunido con la prensa, mencionaron que los rebeldes pudieron haber derribado el avión por error al carecer del entrenamiento suficiente para distinguir un objetivo militar de un avión civil.
Han dicho, además, no saber antes del ataque al avión malasio que el sistema de lanzamisiles "Buk", conocido como SA-11 Gadfly en la terminología de la OTAN, estaba en Ucrania y aseguraron creer que fue ese sistema el que derribó el avión.
"Existe un caso sólido de que fue un SA-11 disparado desde el este de Ucrania en medio de condiciones creadas por Rusia", afirma un alto funcionario de inteligencia.