UN RÍO DE LUCES ROJAS Y BLANCAS ILUMINÓ EL OESTE DE LOS ÁNGELES
Los atascos suelen sacar lo peor de las personas. El estrés, el enfado o el agobio por no poder llegar al lugar de destino a la hora planeada puede frustrar a cualquiera hasta el punto de maldecir el día en que se crearon los coches y las carreteras.
Sin embargo, a veces estas situaciones de descontrol de tráfico desembocan en imágenes tan sorprendentes y bonitas como las que ha dejado una carretera al oeste de Los Ángeles, en California.
La ristra de coches parados se desliza en dos 'ríos', blanco y rojo, que se extienden a lo largo de la carretera dejando una bonita estampa, si bien los conductores que se hallaban en aquellos coches pudieron no apreciar tal escena.