ENTREVISTA EN 'THE GUARDIAN'

Erdogan se ofrece para mediar y conseguir un alto el fuego en Libia

El primer ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha ofrecido la mediación de su país en el conflicto libio para conseguir un alto el fuego y evitar "un segundo Irak" u "otro Afganistán".

El dirigente turco ha matizado que esta mediación sólo sería posible bajo dos condiciones: que sea solicitada por las partes implicadas en el conflicto y que se desarrolle en el marco establecido por la OTAN, la Liga Arabe y la Unión Africana. "Entonces daremos los pasos necesarios para conseguirlo", ha aseverado Erdogan.

"Hay una guerra civil en Libia y tenemos que llevarla a su fin. No podemos ignorar las libertades y los derechos democráticos demandados por el pueblo libio, el cambio no puede ser retrasado", ha explicado el 'premier' turco, en unas declaraciones ofrecidas desde Estambul este fin de semana.

Para la consecución de este objetivo, Erdogan ha solicitado la colaboración del mandatario libio, Muamar Gadafi, con quien habló antes de que se produjeran los primeros bombardeos. En su opinión, si quiere detener los enfrentamientos y el "derramamiento de sangre" en Libia, "debe confiar en las fuerzas de la OTAN".  

"Gadafi quiere un alto el fuego, pero no es coherente continuar disparando contra la población mientras se exige un alto el fuego", ha subrayado el primer ministro. "Debe sentar las bases para esa transformación", ha añadido. 

En referencia a la intervención en Libia con el objetivo de establecer una zona de exclusión aérea para proteger a la población civil, tal y como establece la resolución 1.973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, Erdogan ha indicado que "para Turquía disparar a la población o lanzar bombas sobre ella están fuera de esta cuestión".

En este sentido, ha subrayado que, desde la perspectiva turca, el objetivo de esta misión internacional debe ser "salir tan pronto como sea posible de Libia" y "restaurar la unidad y la integridad del país sobre la base de las demandas democráticas de la población".

La sombra de Irak y Afganistán
El dirigente ha advertido de que si el conflicto se prolonga, "habrá consecuencias devastadoras para todo el pueblo libio y las repercusiones no se limitarán a Libia, habrá un impacto directo en aquellos países que han intervenido", ha dicho en referencia a los integrantes de la coalición internacional. 

En este sentido, ha alertado de las similitudes con otras misiones en la región. "Me asusta que podamos estar ante otro Afganistán o un segundo Irak. Cuando los fuerzas occidentales entraron en Afganistán, hace diez años, se dijo que era solo para unos días, lo mismo dijeron de Irak. Pero un millón (de personas) ha muerto y la civilización está al borde del colapso. No queremos ver algo parecido en Libia", ha afirmado.   

Así, ha apuntado que la misión debe mantenerse al margen de las ambiciones sobre los recursos naturales libios, como el gas y el petróleo, para evitar una costosa factura al país árabe tras la intervención. No obstante, ha señalado que "habrá un precio por estas acciones", ya que nadie puede garantizar lo contrario.

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