Erasmus
El curso pasado, la mayor parte de los estudiantes españoles que disfrutaban de una beca Erasmus vieron alterados sus planes, por la alerta sanitaria surgida con la pandemia del coronavirus. Es por esto que, en pleno disfrute de la experiencia Erasmus, tuvieron que enfrentarse a la suspensión repentina de clases, a los cierres de fronteras y a numerosas trabas para poder regresar a sus hogares.
La buena noticia es que durante el curso 2020-2021, el programa europeo Erasmus, que cumple 32 años de existencia, se sigue manteniendo; y, de hecho, el presupuesto destinado a esta convocatoria se incrementa en un 12% respecto al año pasado, superando los 3.207,4 millones de euros. Aun así, este curso existen algunas matizaciones respecto al número de plazas ofertadas que son, aproximadamente un 25% menos, que en la última convocatoria.
La tónica para este curso 2020-2021 muestra que son más las universidades que renuncian a ofrecer clases presenciales durante los primeros meses del curso, optando por acogerse a un modelo de clases online en el primer semestre, o bien una combinación de formación online al inicio, con la posibilidad de incorporarse presencialmente al país de destino, el resto del curso.
Esta situación ha provocado que muchos estudiantes hayan optado por renunciar voluntariamente a sus becas, ante la incertidumbre por la situación sanitaria y, en otros muchos casos, porque las circunstancias económicas familiares han cambiado.
Aunque en estos tiempos, el aprendizaje a distancia se presenta como una forma segura de garantizar las medidas de distanciamiento físico, para una beca de este tipo, en la que parte de la experiencia formativa es el propio intercambio cultural, las herramientas virtuales deben ser un complemento, y nunca sustituir a la movilidad física.
Destinos más recomendados
Hasta el curso pasado era habitual elegir los destinos Erasmus según el costo de vida del país y por qué no decirlo, también teniendo en cuenta la ‘vidilla’ universitaria del país.
Sin embargo, este curso 2020-2021, los criterios de selección se han visto salpicados por la selección de destinos más seguros; es decir, aquellos que tienen menos incidencia Covid-19, mejores infraestructuras sanitarias y más conexiones directas de transporte con España.
Praga
Esta ciudad tiene un ambiente internacional multicultural, está ubicada a un par de horas de lugares como Austria, Alemania, Eslovaquia, Polonia, Hungría, o Eslovenia y, además, tiene precios bajos y muy buen ambiente universitario.
La ciudad no presenta índices de Covid-19 demasiado altos, y desde el 24 de agosto, han hecho obligatorias las pruebas PCR para los estudiantes que viajen a este país.
Coimbra
La ciudad universitaria portuguesa, conocida como la ‘cidade do conhecimento’, es una opción cercana a nuestro país y con un nivel de vida muy asequible.
Más allá de contar con la Universidade de Coimbra, una de las más antiguas y prestigiosas de Europa, esta ciudad se caracteriza por recibir a los estudiantes internacionales con los brazos abiertos.
Además, Coimbra registra unas cifras de contagios muy inferiores a otras ciudades lusas, y españolas.
Budapest
Este destino tradicionalmente ha sido uno de los favoritos de la comunidad Erasmus y no es difícil de entender si se tiene en cuenta que comer, vivir y salir en la capital húngara es mucho más barato que en la mayoría de Europa.
Más allá de ser una ciudad que destaca por su belleza, tiene una vida universitaria, cultural y nocturna alegre y llena de opciones, y además la pandemia no ha impactado aquí como en otras ciudades europeas.
Cracovia
Esta ciudad es un destino perfecto para irse de Erasmus, ya que tiene un ambiente estudiantil de los mejores de Europa. Si bien no ofrece precios tan asequibles como otras ciudades europeas, es de las ciudades más dinámicas de Europa.
Innsbruck
Para los amantes de la naturaleza, este destino austriaco es el espacio perfecto para realizar su programa Erasmus, ya que combina la vida urbana con los espacios de montaña, lo que lo convierten en un destino ideal para los amantes de las actividades de invierno.
Esta pequeña ciudad es un espacio casi libre de contagios, por lo que las bajas incidencias lo hacen una elección ideal para pasar los meses que dure la beca de estudios Erasmus.