SUS TESTIMONIOS SE DIFUNDEN EN UN PROGRAMA DE TV
'Entrevistas antes de la ejecución': este es uno de los programas estrella de la televisión china con 40 millones de espectadores. El secreto del éxito es charlar con presos condenados a muerte a penas unos minutos antes de su ejecución.
Una mezcla de morbo y educación moral que tiene a media China pegada al televisor. Su protagonista es una mujer que ha realizado ya más de 60 entrevistas.
Primero se gana la confianza de los presos con preguntas sobre sus gustos, por ejemplo, para que luego confiesen sus crímenes y muestren arrepentimiento. El premio por acceder a la entrevista es poder dar un último mensaje a sus familiares.
A pesar de la controversia, el Gobierno Chino no ha rechazado este programa, sino todo lo contrario, lo ve con muy buenos ojos. Para ellos, es pura propaganda, una herramienta muy útil para advertir a sus ciudadanos de las consecuencias de cometer un crimen.
En el programa han aparecido violadores, pederastas y traficantes, todos ellos elegidos para educar a la población. Hasta ahora, solo cinco de los condenados a muerte se han negado a ser entrevistados.
Según distintas asociaciones, China ejecuta cada año a unas 2.000 personas, más que todos los países del mundo juntos.