LGTBI
La Eurocámara también ha solicitado a la Comisión Europea que emprenda "medidas inmediatas" contra el Gobierno de Viktor Orbán
El Parlamento Europeo ha reclamado este jueves que Bruselas no apruebe el acceso de Hungría a los planes de recuperación pospandemia, de los que les corresponden en torno a 7.000 millones de euros, hasta que se constate que el presupuesto de la Unión Europea no vaya a "contribuir activamente a la violación de los derechos fundamentales en Hungría", después de que entrase en vigor la nueva ley húngara sobre homosexualidad.
La Eurocámara reclama también a la Comisión Europea que emprenda acciones legales "inmediatas" respecto a la polémica ley que vincula la homosexualidad con la pedofilia y prohíbe hablar de la identidad sexual en escuelas y medios de comunicación.
El pasado 15 de junio, el Gobierno húngaro dirigido por Viktor Orbán aprobó una ley anti LGTBI mediante la cual queda prohibido hablar acerca de diversidad sexual y de género en los centros educativos a menores de edad. Pese a las advertencias de la Comisión Europea a Hungría, indicando que se trata de una disposición que "discrimina" y "estigmatiza" a los homosexuales, finalmente la ley ha entrado en vigor este jueves.
Esta ley prohíbe la "promoción" de la homosexualidad y el cambio de sexo para menores de 18 años e indica que solo podrán impartir educación sexual en las escuelas e institutos instructores autorizados por el gobierno.
Del mismo modo, las empresas tampoco podrán hacer anuncios que muestren apoyo a los homosexuales si se considera que están dirigido a menores.
Harry Potter para mayores de 18
Según el canal privado RTL Klub, la aprobación de la ley supondrá que películas juveniles como Harry Potter, en las que se tratan asuntos como la identidad sexual, deberían ser recomendadas solo para mayores de 18 años.
Bruselas ya indicó la semana pasada que la legislación "contraviene los valores de la Unión Europea", afirmaba la presidenta de la Unión Europea, Ursula Von der Leyen, quien advirtió que Budapest debe "rectificar" o enfrentar las consecuencias.
Hasta trece países de la UE han suscrito una declaración en el que se busca forzar a Hungría a derrocar esa ley. El texto fue promovido por Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos, pero a lo largo del día se fueron sumando los apoyos de Alemania, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Irlanda, Lituania, España, Suecia y Letonia.
De hecho, el primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, ha llegado a decir que, o Hungría retira la ley, o será mejor que se vaya del club comunitario.