Coronavirus
Francia volverá a un confinamiento a partir de este viernes para tratar de contener la epidemia de COVID-19 que nuevamente amenaza con descontrolarse. Así lo ha anunciado el presidente Enmanuel Macron en un discurso televisado a la nación.
Las nuevas medidas obligan a las personas tendrán que permanecer en sus hogares excepto para comprar artículos esenciales, buscar atención médica y también podrán hacer una hora diaria de ejercicio.
Las escuelas estarán abiertas
La única excepción con respecto al confinamiento de marzo es que la mayoría de las escuelas permanecerán abiertas: "El virus está circulando a una velocidad que ni siquiera los pronósticos más pesimistas habían anticipado", dijo Macron. "Como todos nuestros vecinos, estamos sumergidos por la repentina aceleración del virus".
"Todos estamos en la misma posición: invadidos por una segunda ola que sabemos que será más dura, más mortal que la primera". Hace falta dar "un frenazo brutal a los contagios" para evitar el colapso de los hospitales, afirmó Macron en una declaración televisada a la nación.
Las principales medidas
Francia informó ayer de 523 nuevas muertes por coronavirus en las últimas 24 horas, la cifra diaria más alta desde abril, cuando el virus era más severo. Los médicos han advertido que las unidades de cuidados intensivos corren el riesgo de colapsarse.
El número de muertos en Francia, de más de 35.000, es el séptimo más alto del mundo.
A principios de este mes, Macron anunció un toque de queda nocturno en París y otras grandes ciudades, pero los expertos sanitarios han reconocido esta semana que la medida había resultado insuficiente para reducir las tasas de infección, lo que requería una respuesta más drástica.