60 aniversario
Las dudas sobre la versión oficial de que fue solo Lee Harvey Oswald el autor del asesinato del presidente de Estados Unidos han sido una constante durante 60 años.
Ocurrió tal día como hoy hace 60 años: el presidente de Estados Unidos, John Kennedy, fue asesinado en la ciudad de Dallas. Según la versión oficial, un exmarine, Lee Harvey Oswald, fue el único responsable del crimen. Seis décadas después el misterio continúa y les vamos a contar las certezas y, también, las muchas dudas que rodean aquel magnicidio: el asesinato de Kennedy. Estamos ante uno de los dramas históricos que más investigaciones paralelas ha provocado y del que aún sigue habiendo muchísimas dudas, porque no todos los documentos de la CIA se han hecho públicos.
Y es que la figura de Lee Harvey Oswald es todo un enigma en sí misma. También hay mucho misterio alrededor de lo que pasó justo después del asesinato de Kennedy, porque se llevaron el cuerpo del presidente a un hospital de Dallas y empezaron a pasar cosas extrañas con ese cadáver; la autopsia, de hecho, se hizo en la capital Washington, no en Dallas, y también hay dudas sobre lo que allí ocurrió.
Muchas preguntas sin respuesta envuelven todavía a estos y a otros personajes de esta terrible historia. Las teorías de la conspiración son múltiples. Algunas de ellas, tan creíbles o tan increíbles como la oficial. Pero si hay un gran personaje clave en este magnicidio ese es Lee Harvey Oswald, el hombre que ha pasado a la historia como el asesino de Kennedy.
A las 12:30 horas del mediodía de aquel 22 de noviembre de 1963 Oswald observaba, siempre según la versión oficial, la caravana presidencial desde una ventana situada en la sexta planta de un edificio que hacía las veces de almacén de libros de texto. De hecho, el tirador estaba rodeado de cajas de libros.
Desde esa ventana, Oswald tenía una visión perfecta del área. Una de las dudas que se plantean es por qué no disparó a Kennedy cuando se acercaba de frente por la calle Houston y sí lo hizo después, cuando el presidente ya estaba de espaldas y se alejaba de su posición de tiro por la calle Elm.
Esa duda ha dado pie a diversas teorías de la conspiración, según las cuales pudo haber un segundo tirador situado mucho más cerca y de frente a Kennedy. Y es que la primera bala disparada no dio en el blanco, sino que se perdió sin impactar en su objetivo; de inmediato, un segundo disparo sí impactó de lleno a Kennedy en la parte alta de la espalda con salida por la garganta.
Es la conocida como 'bala mágica', porque según la versión oficial esa sola bala no solo atravesó el cuello del presidente, sino que también atravesó el cuerpo del gobernador John Connally, quien le acompañaba en el automóvil, con hasta siete orificios de entrada y salida por diferentes partes de los cuerpos de ambos.
Otra duda sobre las conclusiones oficiales es si resulta posible que un solo tirador pudiese disparar dos veces con tanta rapidez, cuando era necesario recargar el arma por segunda vez y volver a apuntar antes de disparar... y después acertar con precisión esas dos veces en un objetivo en movimiento. Según la versión oficial, eso es exactamente lo que hizo Oswald; de hecho, volvió a cargar su arma y con una tercera bala atravesó el cráneo de Kennedy, destrozándole el cerebro.
Sin embargo, hay otras versiones no oficiales que tienen como protagonista a un supuesto segundo tirador que estaría oculto detrás de una valla de madera en lo alto de una loma cubierta de hierba. Desde ese lugar hay una visión perfecta, de frente al coche de Kennedy y mucho más cercana que la distancia desde la ventana del edificio en el que supuestamente estaba apostado Oswald.
Oswald era un joven de 24 años que estuvo en los marines de EE.UU. y que después se marchó a la Unión Soviética en plena Guerra Fría porque dijo que era comunista. Allí, se casó con una ciudadana soviética para regresar dos años después a Estados Unidos, donde se relacionó con cubanos castristas y con cubanos anticastristas.
Parece que Oswald mantuvo alguna relación con la CIA, o con el FBI, o quién sabe si con el KGB soviético... o tal vez con todos a la vez. Tras asesinar a Kennedy, fue asesinado él mismo 48 horas después y, por tanto, no pudo contar su versión en un juicio por el crimen... Le disparó a bocajarro Jack Ruby, propietario de un club nocturno, en la prisión de la ciudad de Dallas.
El caso es que sesenta años después, Oswald sigue siendo toda una incógnita. ¿Actuó en solitario o hubo más tiradores?
Lee Harvey Oswald nació huérfano de padre y cambió continuamente de vivienda con su madre. También cambió constantemente de escuela, nunca llegando a terminar ni tan siquiera la High School, el equivalente a nuestro bachillerato. Con 17 años, como decimos, se alistó en los marines, pero su personalidad conflictiva le acarreó hasta tres sanciones.
Finalmente dejó el Ejército y decidió desertar para trasladarse a la URSS. En Moscú se alojó en el Hotel Metropol, renegando de la nacionalidad americana antes de ser trasladado a Minsk, en la actual Bielorrusia. Allí trabajó en una fábrica y se casó con Marina a las seis semanas de conocerla.
Tras algo más de dos años, dio un nuevo volantazo a su vida, volviendo a Estados Unidos. En Texas les acogió George de Mohrenschildt, aristócrata ruso, furibundo anticomunista, presunto agente de la CIA, amigo de la familia de Jackie Kennedy desde la infancia de esta... su aura de misterio la culminó suicidándose en 1977.
Meses antes de la muerte de Kennedy, Oswald fue grabado repartiendo octavillas favorables al régimen cubano de Fidel Castro. Le consiguieron trabajo en el depósito de libros de Dallas y apenas un mes después disparó al presidente.
Una vez detenido, la polícia le exhibió triunfante ante las cámaras, pero él aseguró ser una cabeza de turco. Al ser trasladado a la cárcel del condado, el empresario nocturno Jack Ruby le mató en el primer asesinato retransmitido en directo de la historia.
El 25 de noviembre, mientras más de un millón de personas despedía al presidente asesinado, siete periodistas cargaron el ataúd de Oswald para enterrarlo porque no había nadie más disponible. El féretro fue subastado en 2010 por 87.000 dólares.