HUYÓ PORQUE SUS PADRES LE PEGABAN
Un niño ucraniano de 10 años que se encontraba en paradero desconocido desde hacía seis meses ha sido encontrado en una cabaña hecha por él mismo donde ha vivido durante todo este tiempo. Ha sobrevivido comiendo las sobras que ha encontrado en latas de comida y vendiendo basura reciclada para ganar algo de dinero, según informa el diario 'Daily Mail'.
Bogdan Furman desapareció de su casa en Cherkasy, una ciudad en el centro de Ucrania y no fue encontrado pese a una intensa búsqueda de la Policía, que pensaba que podría haber caído en manos de un asesino pedófilo. Sin embargo, la Policía encontró su escondite en una cabaña oculta por la nieve en las orillas del río Dnieper.
El pequeño le dijo a la Policía que huyó de su casa por voluntad propia porque no era feliz ya que a menudo sus padres -alcohólicos- le pegaban. "No era una niño feliz. No fue raptado por un pedófilo, sino que huyó para tratar de encontrar algo de felicidad", relata el portavoz de la Policía, Aleksandr Vilganiuk, después de hablar con el pequeño.
Durante los meses que pasó en la calle, Furman se hizo amigo de un mendigo de 24 años que se convirtió en una especie de padre para él. "Él era como un padre para mi, le llamaba papá", relata el niño, quien añade que "él siempre me preguntaba si tenía hambre y se preocupaba por si tenía frío". "Cuando vivía con mis padres, siempre que llegaba tarde de la escuela, mi padre me pegaba".
Por su parte, la hermana mayor de Bodgan trata de defender a su madre. "Puedo entender a mi madre, no es mala persona, pero de vez en cuando se emborracha porque no ha tenido una vida fácil". Nadya Furman, la madre del niño asegura estar muy agradecida a la Policía y a todas aquellas personas que han cuidado de su hijo.
Bodgan ha regresado con su familia, pero los servicios sociales están investigando el caso.