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Londres

Encerrados en salas de aislamiento sobre sus vómitos, el drama de 40 niños autistas en un colegio

A pesar de los abusos, el caso ha terminado sin una acusación formal para la escuela.

Imagen de archivo de colegioFreepik

"Es una tortura", así describen la situación en la que se encontraban 40 niños con autismo y otras necesidades especiales en la escuela Whitefield School, en el noreste de Londres. Unas imágenes grabadas por una cámara de seguridad y a las que ha tenido acceso la BBC, muestran como enceraban a los niños en cuartos y les dejaban allí sin supervisión durante horas.

En las imágenes se puede ver como muchos de esos niños no pueden expresarse de forma correcta, mientras los responsables del centro, lejos de intentar ayudarles les encierran en las conocidas 'salas de silencio'.

Salas de tortura

Las 'salas de silencio' para personas autistas son espacios diseñados para ofrecer un entorno tranquilo, controlado y libre de estímulos abrumadores. Sin embargo, estas habitaciones se convertían en auténticas salas de tortura. Los niños eran empujados y arrastrados para entrar en ellas. Les obligaban a permanecer allí durante horas, incluso sentados sobre sus propios vómitos y orines.

En las imágenes mostradas por la BBC, el único momento en que el personal de la escuela interviene durante la estancia de los niños en las habitaciones es cuando uno de ellos lanza repetidamente sus zapatos a las cámaras de videovigilancia. Corren a detenerlo y aparentemente uno de los profesores lo golpea.

Esta escuela gozaba de buena fama hasta el año 2017, cuando la Oficina de Estándares de Educación de Reino Unido descubrió el uso de habitaciones vacías, acolchadas y sin ventanas para aislar a los niños. Pero la existencia de las grabaciones de las cámaras de vigilancia no se hizo pública hasta 2021, cuando la BBC supo que se había iniciado una investigación tras el descubrimiento de una caja cintas contenía 500 horas de duras imágenes del interior de estas salas.

A pesar de todas las pruebas, el caso ha terminado sin una acusación formal. Algo que ha generado gran indignación en las familias de las víctimas. "No entiendo cómo han podido salirse con la suya con este nivel de abusos y que nadie rinda cuentas", señala una de las madres.

Deborah, la madre de uno de los niños, ha visto las imágenes de la sala de aislamiento después de que la policía invitara formalmente a las familias a ver los abusos, tras nuestro informe de abril. "Ves cómo abrían la puerta y golpeaban a Jamie en la espalda... salió volando hasta el suelo", asegura.

Asegura que su hijo sufrió por primera vez en su vida una convulsión justamente después de entrar en una de las "salas de calma" y cree que el trato que recibió disparó su epilepsia.

Otras familias explicaron que sus hijos desarrollaron trastorno de estrés postraumático (TEPT) después de ser encerrados en las habitaciones de tranquilización.

Un niño ha sido internado

Una de las familias señaló que su hijo había sufrido un daño psicológico severo y que posteriormente tuvo que ser internado en un hospital psiquiátrico porque corría el riesgo de hacerse daño a sí mismo.

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