Aceite de girasol
Las empresas más afectadas por esta escasez de aceite de girasol son las que fabrican galletas, bollería, productos como el pan de molde o aquellos que tengan coberturas o rellenos de chocolate.
La guerra de Ucrania también comienza a notarse en los supermercados, ya se ha empezado a ver cómo están controlando la venta de aceite de girasol a una determinada cantidad por persona porque comienzan a tener problemas de suministro. Lo mismo ocurre en las empresas que fabrican bollería industrial, galletas o productos como el pan de molde, comienzan a sentirse ahogados ante la posibilidad de que pronto se queden sin reservas.
La falta de aceite de girasol es consecuencia de la guerra en Ucrania porque España importa de este país más del 60% de este producto. Las empresas de bollería industrial tratan de buscar sustitutos para si se da el problema de desabastecimiento por completo, pero no es tarea facil porque usar, por ejemplo, aceite de oliva en las recetas supondría un cambio en el sabor del producto con respecto al original. Además, no se puede cambiar la receta de un producto así de un día para otro.
En el caso de que la guerra en Ucrania se prolongue y se tengan que buscar sustitutos al aceite de girasol, se podría producir un incremento en el precio. En estos momentos las alternativas que más salen a relucir de aceites candidatos al cambio son aceites vegetales, pero no es un proceso sencillo ni inmediato.
Dentro de la industria alimentaria también hay otros productos que se podrían ver afectados por la guerra en Urania como la carne o la harina.
Escasez de aceite de oliva
El consultor estratégico y experto del sector Juan Vilar ha analizado la situación en varios paneles de la feria mundial del aceite de oliva World Olive Oil Exhibition (WOOE) de Madrid asegurando que: "es que no hay".
Sobre el aumento de precios que ha sufrido el aceite de oliva durante esta semana situándose por encima de 3.400 euros por tonelada en el virgen extra, casi 3.400 en el virgen y más de 3.200 en el lampante, Vilar explica que la guerra en Ucrania ha hecho que se acentúe un problema que ya existía por las malas previsiones de producción para la próxima campaña.